María, 30 de mayo, 2017

5 ideas para trabajar valores, aprovechando la tecnología

Además de enseñar a los niños a crecer en el mundo real que los rodea, cada vez es más necesario intentar (aprender a) educarles para que sepan navegar en este mundo digital que ha llegado para quedarse. Los más pequeños pasan el dedo por la pantalla o mueven el ratón con naturalidad. Los medianos aprenden con infinita rapidez a usar cada gadget que pones en su mano. Y los mayores, adolescentes, se lanzan sin miedo a experimentar y disfrutar. A veces todo discurre sin problemas. En ocasiones hay altibajos o imprevistos. Y casi siempre los padres, en esto de la tecnología, estamos como se dice coloquialmente «a verlas venir».

Si hablamos de ePaternidad, es fundamental no sólo ponerse al día sobre la tecnología, sino también hablar con los iKids y hacer más hincapié que nunca en pensar dos veces, ponerse en la piel del otro y entender que detrás de las pantallas hay personas. Educar en valores parece que no está de moda, pero es más importante que nunca. Y aunque lo que nosotros entendemos como «lo correcto» no es necesariamente la única forma de vivir, y precisamente porque los iKids viven en un mundo que no marca fronteras entre lo online y lo offline, es fundamental no hacer de la tecnología un departamento estanco en la educación de los niños. Los adultos tendemos a separar la vida digital de los iKids del resto de la educación que les damos; si queremos que los ciudadanos del futuro sean miembros responsables de su sociedad a todos los efectos, crecer CON y no CONTRA o BAJO la tecnología debe ser un proceso que empiece en casa.

Cuando no hay ni padres ni educadores alrededor -y en el caso del uso de las pantallas esto sucede con frecuencia-, los niños terminan «auto-enseñándose» e interiorizan una negociación propia en cuanto a su relación con la tecnología (en el qué, el cómo, el cuánto, el porqué, el con quién). Por eso es eficaz y útil aprovechar algo que les gusta para enseñarles lo que es verdaderamente importante.

Hoy quiero compartir 5 ideas para trabajar valores utilizando la tecnología. Y no hablo sólo -aunque también- a usar la tecnología directamente (con el dedo del iKid sobre el teclado o sobre la pantalla). Me refiero a aprovechar lo que les gusta de la tecnología para que entiendan la importancia de algunas palabras y de lo que significa ponerlas en práctica.

1. Responsabilidad

NetSanity

Punto de partida: les gusta tener acceso a Internet y para eso necesitan tener wi-fi. Pero la conexión a la web no es gratis y hay que moderarla y aprender a gestionarla de forma responsable.

Idea: Corren por las redes dos imágenes que son fantásticas para darnos una idea de cómo aprovechar lo mucho que a los iKids les gusta esto de los dispositivos y la conexión para enseñarles cosas que valen mucho en lo analógico. La primera (la de la derecha) es de NetSanity y nos dice que «si los niños saben usar un smartphone, entonces también saben utilizar» cosas como una escoba o un lavavajillas…. La segunda -cuya autoría original no he sido capaz de averiguar-, es una nota manuscrita en la que se lee: «querido hijo, esta semana cambiaremos todos los días la contraseña del wifi; para conseguir la de hoy, tienes que: limpiar tu habitación, lavar los platos, tirar la basura…«. Esta última me gustó tanto cuando la vi que la usamos en casa con bastante frecuencia.

wifiImprime una o las dos fotos (o haz tu propia versión) y ponla/s en la cocina. Luego, prepara una tabla con tareas (recoger el baño, hacer los deberes, poner la mesa, ordenar los juguetes…) y explica a los iKids que el tiempo de pantalla o la contraseña de la wi-fi pasa por participar de las tareas de casa o cumplir con sus obligaciones.

¿Qué aprenden? Todos somos un equipo, ¿no? Si colaboras offline, ganas tiempo online. Ya sé que algunos pensaréis que permitir el uso del dispositivo como premio es anti-educativo y contraproducente, pero a mí me gusta por lo que implica de paciencia, compromiso… y ayuda en casa. Aprender a esperar es una habilidad fundamental en estos tiempos en el que todas las gratificaciones son inmediatas 😉

2. Colaboración 

KahootiFam

Punto de partida: les gustan los juegos, les gusta ganar y les gusta Internet. Juntemos las tres cosas y enseñemos a los iKids a crear sus propios juegos, a saber perder y a utilizar la pantalla en familia.

Idea: invítales a hacer un trabajo o juego conjunto, hecho por todos los miembros de la familia. Por ejemplo, utilizando Kahoot. No pasa nada si crees que «te viene grande». A mí me enseñó iFirst después de haber empezado a utilizarlo en el colegio. Creamos un juego de preguntas, cada una con cuatro opciones de respuesta. Las preguntas tienen que ver con nuestros gustos o aficiones, con nombres de un mejor amigo o una peli favorita o con adivinanzas. Necesitas un dispositivo (tablet, móvil, ordenador) para cada jugador. En nuestro caso, he creado yo el perfil y iFirst crea los juegos; luego todos jugamos juntos.

¿Qué aprenden? Que hay cosas «de Internet» que sirven para divertirse juntos; que mamá crea la cuenta; que los juegos son «privados»; que se ponen fotos de perfil «en la que no nos enseñamos demasiado»; que hay que saber perder y hay que saber ganar…

3. Respeto y auto-control

Punto de partida: les gusta hacer lo que quieren y tener la tablet o el videojuego a mano cuando les apetezca. Los iKids no son expertos en auto-control ni en saber cuándo parar, así que necesitan que existan unos límites y que después, de forma gradual, ir ganando en autonomía (en coherencia con la libertad que les des en la vida real).

Idea: a mí lo que mejor mejor me funciona son las normas, convertidas en carteles, dibujos o acuerdos que los iKids preparan conmigo. El cartel de uso de dispositivos, que puedes hacer con ellos en una cartulina y con colores es muy útil, y cuando son más mayores, puedes pasar a un papel en el que acuerdes con los iKids cómo van a utilizar sus dispositivos o sus distintos perfiles en apps y redes sociales.

¿Qué aprenden? Que cuando estás con alguien, tu atención debe ser para ese alguien. No para una máquina. Y si vivimos en familia, eso significa juntos, no cada uno mirando a un gadget. Y que hay normas de educación, límites sobre dónde, cuándo y cuánto tiempo estar conectado o mirando videos….

4. Convivencia positiva 

Punto de partida: a partir de cierta edad, les gustan las redes sociales. Tener lo que tienen los demás, tener seguidores y tener likes, tener espacios en los que comunicarse con amigos o seguir a quienes admiran.

Idea: mis iKids saben que tengo perfiles en redes sociales. Saben también que suelen salir de espaldas o difuminados en las fotos de Instagram y que a veces hablo sobre ellos en el blog. Les he hablado de que hay gente que comparte fotos de muchos tipos, a los que les encanta tener seguidores, que siguen a desconocidos o se dejan seguir por desconocidos. Y que cuando publicas una foto, ya se queda «pululando» por el espacio exterior que es Internet. Y que si alguien publica una foto y un seguidor dice algo malo, el resultado es que siempre sale alguien herido o triste.

MuroFamiliarInstagram es la red social más conocida en casa, así que hemos creado una especie de muro de Instagram familiar en una pizarra. Cada semana ponemos una foto, de uno de nosotros o de familiares o amigos o de famosos que les gustan a los iKids. Y les pido poner debajo una frase sobre algo bueno de esa persona. Sólo está permitido poner algo bueno. Algo que le dirías a la cara a esa persona y que creas que le haría sentir bien.

¿Qué aprenden? A buscar el comentario positivo y guardarse el negativo. Porque no siempre hace falta comentarlo todo. A decir las cosas malas a la cara si hace falta, pero no a la vista de todos. A reconocer lo bueno que tienen los demás.

Apps5. Empatía

Punto de partida: les gustan las apps. Te piden el móvil o piden una tablet y quieren descargarse todas las aplicaciones posibles, para pasarlo bien.

Idea: la primera idea, para ti – ten en cuenta las palabras mantenimiento, ajustes, permiso y selección (MAPS) a la hora de gestionar qué apps utilizan tus iKids. La segunda idea, para ellos – buscar aplicaciones que estimulen la percepción de emociones, la socialización o el respeto. Las hay gratuitas y de pago, con acceso a redes sociales o no. Y en todos los casos que voy a mencionar he recurrido a las reviews de Common Sense Media, que me resultan muy útiles.

  • Para pequeños tipo iLast:  iTouchiLearn Feelings for Preschool Kids (+4), por ejemplo, permite al niño identificar emociones y ponerles nombre. Y puedes jugar con ellos para que el mensaje cale más…  Leo’s Pad Appisodes (+4) es una app con gráficos y actividades que plantea juegos sobre esperar turnos, potenciar la paciencia o tener en cuenta los sentimientos ajenos, al tiempo que presenta a personas históricos como Leonardo o Marie Curie.
  • Para medianos tipo iHer: One Globe Kids (+8) es un juego en el que se pueden escuchar historias de niños de distintos países, con distintas costumbres, al tiempo que se compara a cada uno con el día a día de tu iKids (ojo porque la primera historia es gratuita pero por el resto hay que pagar.
  • Para pre-adolescentes y adolescentes tipo iFirst: ReThink (+11) es una app que ayuda al usuario a pensar dos veces antes de publicar comentarios que puedan herir a otros. La aplicación no es que sea la panacea, sobre todo si tu iKid no es de publicar mucho ni es demasiado conflictivo. Pero lo que es más que interesante es leer con tu adolescente la historia de Trisha Prabhu, de 16 años, creadora de la app y defensora de hablar muy alto sobre el ciber acoso y sobre la importancia de implicar a cada iKid en eso de «pensar dos veces» antes de criticar a alguien online (o ver cómo se critica a alguien online).

¿Qué aprenden? Lo más importante: que detrás de las pantallas hay personas y que hablar contigo sobre lo que ven en Internet es positivo.

***

Y ya. Acompañarles para que aprendan a utilizar la vida conectada con seguridad, responsabilidad y creatividad es posible. Hace falta saber un poco sobre tecnología, sí. Pero sobre todo se trata de inculcar valores, porque no es la tecla, es la persona.

Besos,

M.

PD1. Mis ideas no son infalibles ni necesariamente correctas. Responden a cosas que pruebo en casa y que, si me sirven, comparto…

PD2. Hasta los más tecnólogos y tecnófilos y geeks entienden que el mundo del código binario debe regirse por valores. De hecho, el Código de Conducta Ética y Profesional de la Association for Computing Machinery (1992-93) integra en el comportamiento tecnológico 8 mandamientos que son «imperativos» morales:

  1. Contribuiré al bienestar de la sociedad.
  2. Evitaré hacer daño a otras personas.
  3. Seré honesto y fiable.
  4. Seré justo y no discriminaré.
  5. Respetaré la propiedad ajena, incluyendo patentes y copyrights.
  6. Acreditaré la autoría que pertenezca a terceros.
  7. Respetaré la provacidad de los demás.
  8. Respetaré la confidencialidad.

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