María, 1 de diciembre, 2015

Lo que los padres compartimos sobre los hijos en Internet

Hoy quiero hablar sobre un tema polémico que me suele acarrear discusiones con amigos. Nada más y nada menos que la reflexión sobre lo que compartimos los padres en redes sociales y en Internet en relación con nuestros hijos. Tengo conocidos que no hacen nada y amigos que lo cuentan todo. Creo que me encuentro en un punto intermedio, pero reconozco que hace falta darle un pensamiento al tema…

Mi foto de familia

Mi foto de familia

Esto del sharenting –así lo llaman en inglés, uniendo share (compartir) y parenting (paternidad)- es un elemento común entre todos nosotros desde que hemos empezado a navegar, muchos ya con más de 30 años. A nosotros no nos han educado con mensajes concretos sobre cómo utilizar Internet; lo hemos ido naturalizando a partir del uso funcional de la tecnología. En mi humilde opinión, hemos ido haciendo un viaje en el que utilizar el correo electrónico, el móvil y después las redes sociales y las aplicaciones de mensajería ha sido un escalaje de acciones, sin demasiada reflexión. Al tiempo que iban llegando las cosas, las íbamos utilizando para trabajar o contar nuestra vida o reencontrarnos con amigos de la infancia.

Esta mañana en Twitter he mantenido un breve diálogo con Ramón Rey Ruiz, director jurídico en iOlvido, que se manifestaba categóricamente en contra de que los padres compartamos fotos sobre nuestros hijos. Estoy de acuerdo con él, aunque también creo que los padres no somos perfectos, hacemos lo que se ha hecho siempre (presumir) pero recurriendo a los medios que actualmente tenemos a nuestro alcance. Y además, aunque sabemos algo, no lo sabemos todo. No hemos crecido en Facebook o en Instagram o en WhatsApp. Hemos sido padres, en muchos casos, con las cuentas ya creadas. Y como quizá lo hagamos sin pensar, pues pensemos.

Pensando. ¿Y qué pasa si comparto fotos o comentarios detallados sobre mis hijos?

  • Hay mucha gente rara ahí fuera que puede utilizar eso que compartes como tú no querrías.
  • En el plano educativo, mal podrás argumentar a tu hijo que haga con sus fotos una u otra cosa si tú no te lo cuestionas antes. Salvo que optes por el “porque soy tu padre/madre y punto” o algo así.
  • Legalmente y cuanto más pequeños sean tus hijos más responsable eres sobre el uso de su imagen en la red.
iFirst es un crack de la bici ;)

iFirst es un crack de la bici 😉

Según un estudio realizado en 2010 por la empresa de seguridad en internet AVG, el 81% de los niños tiene presencia online antes de cumplir dos años. Un porcentaje impresionante. Sus padres tenemos blogs o perfiles en Facebook o en Instagram o comparten fotos a través de apps de mensajería. Y ahí publicamos nuestras vidas, en principio, para gente conocida.

Estar orgulloso de lo guapos-listos-buenos futbolistas-grandes bailarinas que son nuestros iKids es normal. Es humano. Siempre hemos enseñado fotos (en la cartera, en el móvil que no era inteligente) a conocidos, cara a cara. O hemos contado sus historias o travesuras y anécdotas mientras tomábamos un café con alguien. ¿Qué ha cambiado?

Oído en la pandilla

  • Amiga1. “Yo nunca comparto nada de nada. Es que casi ni le hago fotos. Ya vivo con él así que no me hace falta tener imágenes suyas en el móvil”. Hombreeeeee…
  • Amiga2. “Yo no tengo Facebook porque me da terror. Y me parece fatal que la gente ponga fotos de sus hijos. De ningún tipo. Es una irresponsabilidad siempre”. Hombreeeee, pero si tu foto de perfil en WhatsApp es de tu hijo… ¿Tienes configurado que nadie más que quien tú quieres la pueda ver? ¿Y si das tu móvil al albañil, qué pasa?
  • Conocida1. “Yo tengo Facebook y comparto fotos de mi hija con tranquilidad porque sólo lo hago hacia mis círculos de contactos, que son gente que conozco”. Buenooooo, revisa tus ajustes de privacidad y lee los términos de propiedad intelectual de Facebook…
  • Amigo1. “Yo no tengo nada de nada y mi foto de WhatsApp es de un árbol”. Vale, eres perfecto. Cuando tu iKid se inicie en Internet tendrás que empezar a hacer algo para poder seguirle y aconsejarle…
  • Yo (caso real iWomanish, o sea mío). «Los identifico con apelativos (iFirst, iHer, iLast) y suelo compartir fotos de espaldas y tengo los ajustes de privacidad controlados”. Sí, ya, empollona, pero lo cierto es que luego cuentas que te has ido con ellos a Cybercamp a pasar el sábado o que uno es alérgico, el otro se ha roto un hueso del pie o que el tercero quiere tener su propia cuenta de usuario en el ordenador…).

Nadie es perfecto. Yo la que menos, soy la friki de la pandilla.

Convivencia en positivo

iKids pasando el día en la piscina

iKids pasando el día en la piscina

No se trata de que no grabes videos o no hagas fotos. Tampoco creo que haya que volver al siglo XVI. En fin, la tecnología está para lo que está. Para sacar lo mejor de ella. Hay que vivir los momentos. De acuerdo. No hace falta registrarlo todo. De acuerdo. Pero hay formas de intentar hacer las dos cosas en buena convivencia. Básicamente, pensando. Internet nos acerca a quienes están lejos y poder compartir con ellos cómo evoluciona tu familia es positivo. Sigamos haciéndolo, pero pensando.

Todo esto, lo de reflexionar y pararnos a pensar en cómo, cuánto y dónde compartimos información sobre nuestros hijos al usar Internet, es un reto. Porque vamos deprisa y porque muchos de los padres que lo hacemos no tenemos acceso permanente a información aclaratoria al respecto. Muchos padres están en Facebook, pero sólo conectados a personas de su entorno. Lo mismo con Instagram. Otros padres están en Twitter, pero siguiendo a comunidades y personas de interés por motivos directos. Y los que no están en ninguna red social, sí suelen tener WhatsApp, por ejemplo. Y si no tienen nada de nada, ¿qué hacen? ¿Dónde están? ¿Cómo encontrarlos para explicarles todo esto, no para ellos sino para que lo tengan en cuenta a la hora de aconsejar a sus iKids?

Más allá de los padres

Hay dos fenómenos que en la actualidad también contribuyen a compartir y subir a la nube contenidos y fotos de los iKids del mundo.

  • Los colegios, campamentos o academias, que lo hacen normalmente pidiendo permiso expreso de los padres y en entornos cerrados, aunque no siempre con contraseñas de acceso. Ojo porque aunque normalmente no etiquetan fotos con nombres, sí lo hacen con cursos. O muestran clases y actividades. Y tienen incluso canales (abiertos) en YouTube. Un colegio puede asociarse a un nivel adquisitivo, a una localización o a una ideología. A los padres nos gusta, pero no sé, ojo.
  • Los blogs: como el mío y como muchos otros. El fenómeno de las madres y los padres blogueros es creciente, ascendente, popular y fenomenal. En muchos casos se trata de diarios digitales en los que efectivamente se comparte información sobre los hijos, con diverso nivel de detalle. No los critico, porque los sigo. Tampoco voy a ser la falsa de turno. Sólo digo que busquemos formas de “anonimizar” (no sé si existe este verbo) a los pequeños de la casa.

Pensemos en si lo que compartimos es estrictamente necesario y en quién puede verlo. Porque eso es lo que luego queremos que hagan los iKids para usar Internet de forma segura, ¿no?

En fin, me sale humo de la cabeza.

Mi reflexión: insisto, yo soy pro-tecnología. A estas alturas lo sabéis. He revisado mis cuentas en redes sociales y quizá apruebo raspado. Con WhatsApp tengo que repasar el temario y este blog, pues no sé, quizá es demasiado exhibicionista… Es un no parar esto, señores.

Así que 8 (auto) consejos para pararse y pensar:

1. AJUSTES DE PRIVACIDAD. Revísalos en la red social o la aplicación que estés usando. ¿Quién te lee o ve? ¿Y de quién son las fotos una vez las hayas subido a la nube mundial?

2. NO DATOS, NO INTIMIDAD. Por norma, evita compartir los datos básicos (nombre, ciudad, colegio) y la intimidad de tus hijos. No publiques fotos en las que lleven uniforme con logos muy visibles, por ejemplo. Y mucho menos de ellos en la bañera o haciendo cualquier cosa que a ti no te gustaría que te vieran haciendo a ti.

3. COMPARTE LO NECESARIO CON DISCRECIÓN. Elige mejor imágenes en las que se les vea de espaldas (o sus pies o sus manos, no sé) y no etiquetes las fotos.Piensa antes de publicar sobre ellos. ¿Hace falta subir esa foto? Si la respuesta es sí, adelante. Si no está tan claro, guárdala para ti. Si eres tú el que quiere publicar, por ejemplo, su excelente actuación en un festival, ojo con que salgan otros niños que no son tuyos. Si los iKids son mayores (pongamos, más de 10 años), enséñales la foto y di que la vas a compartir con amigos porque te parece «que es divertida o demuestra lo bien que lo habéis pasado no sé dónde…»). Que aprendan que debe haber una razón detrás de lo que se hace.

4. GEOLOCALIZACIÓN. Ten en cuenta que muchos dispositivos incluyen este etiquetado en las imágenes (por si lo quieres desactivar).

5. NO COMPARTAS SUS EMOCIONES. Si los iKids tienen su propia presencia en Internet con chats o perfiles sociales, no aludas en tus posts a sus emociones (hoy está triste, hoy esta sola y la echo de menos, sigue enfadada conmigo por no haberla dejado ir a la fiesta de fin de curso…). Habla de ti.

6. AVISA. Las personas que mejor te conocen ya saben cómo se llaman tus iKids o si te has ido de viaje sin ellos. Recuérdales que prefieres que no compartan imágenes de tus hijos sin avisarte.

7. FOTO DE PERFIL. En aplicaciones de mensajería y en redes sociales, mi consejo es que tu foto de perfil no sea de tus hijos. Sé que es de lo que más nos gusta presumir, pero mejor una tuya o de un paisaje o, bueno, de ellos, pero de espaldas.

8. LOS CHATS. En las aplicaciones de mensajería, recuerda que igualmente compartes contenidos que quien recibe puede guardar.

Vacaciones en la playa!

De vacaciones en la playa!

Nuestros perfiles en Internet son nuestros, no de ellos. Como se dice en inglés, it’s not my story to tell. Es decir, habla de ti, alude a ellos, pero no hables de ellos en la medida de lo posible. Y luego céntrate en ayudarles a encontrar la mejor manera de que ellos cuenten sus cosas con responsabilidad.

Os pregunto

¿Y vosotros? ¿Os paráis a pensar? ¿Jamás de los jamases compartís algo sobre los iKids a través de la conexión wi-fi? ¿O creéis que todo esto es una exageración?

Bss,

M

PD. Os recuerdo varios enlaces de interés:

  1. Política y ajustes de privacidad de Facebook.
  2. Condiciones de propiedad de las fotos que publicamos en Facebook, que dice “eres el propietario de todo el contenido y la información que publicas (….). En relación con el contenido con derechos de propiedad intelectual (contenido de PI), como fotos y vídeos, nos otorgas específicamente el siguiente permiso, sujeto a tu configuración de la privacidad y de las aplicaciones: nos otorgas una licencia no exclusiva, transferible, con posibilidad de ser subotorgada, libre de regalías y aplicable globalmente para utilizar cualquier contenido de IP que publiques en Facebook o en conexión con Facebook (licencia de PI). Esta licencia de PI finaliza cuando eliminas tu contenido de PI o tu cuenta, a menos que el contenido se haya compartido con terceros y estos no lo hayan eliminado”.
  3. Condiciones uso (en chino mandarín) de Instagram.
  4. Y sobre WhatsApp, insisto, la aplicación no garantiza la confidencialidad de conversaciones y contenidos intercambiados en su servicio. Si alguien tiene tu número de móvil, tiene la foto de tu perfil (con tus iKids o tu hermano o tu coche o tu salón). Y se la puede guardar. Es verdad que puedes configurar que tu foto de perfil sólo sea vista por tus contactos, pero una vez lo son, la ven. Punto. Os enlazo a mi post sobre el tema.

4 respuestas a “Lo que los padres compartimos sobre los hijos en Internet”

  1. ana dice:

    Ufff! Pues justo hoy la he megacagado, seguiré tus consejos. Gracias 🙂

    • iWomanish dice:

      Esto es un camino y hay que andarlo. En mi opinión, lo más importante es tenerlo en mente. Equivocarse es lo normal 😉 Y tampoco es que sea una experta en psicología o ciberseguridad…. Gracias por comentar!

  2. Txopin dice:

    Tengo dos pensamientos al respecto de este tema. Para variar, mi pensamiento es lateral, pero coincidente en uno de ellos con una opinión tuya:

    -Respect, bi***!!!

    Eso deberían decirnos los hijos. Respeto. Piensa en que la foto no es tuya, sino de tu pareja, por ejemplo. ¿Compartirías una foto de tu pareja en el baño en pelotillas? Pues eso. Pondrías una foto diciendo: «hoy está triste, dice que no me quiere». Tampoco. Y, si quieres subir un nivel el filtro de privacidad, hazlo pensando que las fotos son de tu jefa.

    – Tampoco es para tanto. A ver, sí. Pero no. Me explico. Así, a grandes rasgos, a parte del punto anterior (respetarles como personas, que ya es bastante), creo que puede haber dos motivos por los que es peligroso que los muestres en internet. A saber: que conduzca a un rapto o que sean objeto (las fotos) de deseo de pederastas.

    No es cuestión nunca de ponérselo mal a los malos, pero las estadísticas demuestran que los p. suelen estar en el entorno cercano del niño y, en caso de solo interesar la imagen por la imagen, sería algo despersonalizado… No veo el dilema por una foto.

    Dar info en la foto sobre cómo raptar a un niño… Bueno. Vamos a ver… Solo el 10% de la población podría tener esa preocupación, que no es ignorar el problema, es sesgar. Además, no se rapta por internet. Si alguien está decidido a hacerlo, ya sabe -porque ha seguido al niño antes- a qué colegio va y la cara que tiene.

    Y todo esto, solo de ver Mentes Criminales.

    Otro tema bien diferente serían otros usos de internet (chats, por ejemplo). Pero no le veo la polémica a una foto. Bueno, repito que salvando siempre el respeto por El Niño. No te gustaría que tu madre te hiciera una foto comprometida y luego la publicará sin tú saberlo; aún cuando esa foto no fuera comprometida, sino maravillosamente estupenda, tampoco te gustaría que la publicarán sin tu permiso y/o conocimiento.

    Creo, en conclusión, que respetamos poco a nuestros propios hijos, mientras damos demasiada importancia a algo tan irrelevante como la privacidad en redes sociales; algo que no existe.

    • iWomanish dice:

      Muchas gracias por tu aportación! Le damos tantas vueltas a las cosas que al final sería quizá mejor volver al pasado y seguir sacando la cartera con el desplegable 😉 pero esto está aquí para quedarse así que habrá que «estar». Yo creo que por algunas fotos de vez en cuando no pasa nada. Luego está el ejemplo que les damos a los que van siendo algo más mayores, pero eso es otra historia 😉 Saludos…

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