FAMILIA, TECNOLOGÍA Y CIUDADANOS DIGITALES

Primeros pasos de tus hijos en redes sociales: 6 consejos para padres

Todos los días consulto alguno de mis perfiles en redes sociales. A veces es para publicar algo y muchas otras es para echar un vistazo a lo que comparten los demás. Abro Facebook o Twitter o Instagram o LinkedIn. Con menos frecuencia paseo por Google Plus o Pinterest. No tengo cuenta en YouTube ni en Tumblr.

Que nuestros hijos van a hacer esto mismo (conectarse) es indudable. Se mantengan estas redes o sean otras las que se hagan populares, los iKids de hoy serán iAdultos mañana. Miembros de una generación conectada que habrá sido educada por una generación aún no conectada del todo. Niños que desde su nacimiento habrán estado en contacto con la tecnología y cuyos padres no habrán experimentado lo mismo.

Los estudios (americanos, europeos, españoles) nos cuentan que los niños tienen acceso a dispositivos cada vez antes, que se relacionan con la tecnología desde muy pequeños, que poseen su propio smartphone cada vez antes, que empiezan a participar de redes sociales o apps de mensajería cada vez antes. Y ya sé que en muchas ocasiones se inician en estos universos online sin nuestro conocimiento, o con nuestro permiso aunque sea antes de tiempo. Se inicien en redes sociales a los 11, a los 12, a los 13… lo más importante para mí es estar con ellos cuando empiecen y, si se llega tarde, acompañarles de todas formas. Sin agobiar. Pero estando, decidiendo, marcando pautas. Como en todo lo demás.

Así que cuando tu iKid te empiece a preguntar por el tema de forma insistente, o cuando detectes que ya está preparado, o cuando sepas que todos sus amigos están en tal o cual red y decidas que ha llegado el momento de introducirle en lo digital, te recomiendo estas seis pautas para que se inicie en redes sociales de forma positiva y, sobre todo, acompañada:

1. Crea con tu iKid su cuenta en la red social que hayáis decidido que va a utilizar. Al menos al principio, los padres deberíamos conocer la contraseña y el nombre de usuario. Y si cada cierto tiempo podemos ver con él (o hablar con ella) sobre qué publica o comparte, mejor aún.

2. Ayuda a tu iKid a configurar los ajustes de privacidad. Puedes buscar cómo hacerlo antes o simplemente ir aprendiendo mientras lo hacéis juntos. Pero es fundamental que este tema se haga y que forme parte de una conversación sobre datos personales que no deben compartirse, sobre privacidad propia y respeto de la privacidad ajena… Lo fundamental: saber quién puede ver lo que publico y quién puede contactar conmigo y de qué manera.

3. Estate pendiente de con quién se relaciona tu iKid en redes sociales. Aprovecha para hablar sobre los riesgos de hablar con desconocidos y sobre el impacto que pueden tener sus comentarios sobre aquéllos a quienes sí conoce. Echa un vistazo a su muro/timeline de vez en cuando y mira con qué tono comparte contenidos y qué tipo de contenidos son.

4. Fomenta la moderación. Con límites de tiempo y espacio. Con contratos de uso del dispositivo y de su comportamiento online si hace falta. Con conversaciones cara a cara sobre lo que más o menos le gusta de esa red social en cuestión.

5. Acepta que quizá deberías estar en la red social en la que tu hijo se haya creado un perfil. Si habéis empezado por Facebook, lo tienes fácil, porque casi todos tenemos cuenta con Zuckerberg. Si es otra, haz el esfuerzo de entrar y estar, para que resulte más sencillo seguirle y tengas más claves a la hora de hablar sobre lo que uno se encuentra «ahí dentro». Como dice María Zalbidea del blog Cosiendo la Brecha Digital, mejor probar para luego tener argumentos.

6. Conoce los riesgos y los beneficios de las redes sociales. Al conectarse con el mundo, tu hijo se expone más que antes. Es algo increíble pero también terrorífico (para ti, claro, ellos están encantados). Así que tenemos que hacer el esfuerzo de ponernos en su lugar y entender todo lo que pueden aprender y todas las ventajas que esta comunicación inmediata implica, y no sólo quedarnos con los peligros de posibles depredadores, posible cíber-acoso, posible adicción a la pantalla o posible sobre-exposición. Si intentamos empatizar con los iKids respecto a lo bueno de las redes sociales, será más fácil que se abran y nos cuenten lo que menos les gusta o más les preocupa.

Si hubiera un consejo número 7, sería hablar. Hablar y hablar. Desde antes de que estén en redes sociales. Y probar. Probar, probar. Probar tú a vivir algunas de las cosas que ellos viven, para que puedas realmente enseñarles a usarlas bien.

Bss,

M.

PD1. Ojo, en esto de las redes sociales no incluyo aplicaciones de mensajería instantánea como Snapchat, Kik, WhatsApp, Telegram o Google HangOut, entre otras. Hay gente que sí lo coloca todo en el mismo saco; yo no. No me parecen lo mismo en concepto pero tampoco en funcionamiento. Sea como sea, los grupos que se crean en estos servicios de mensajería también presentan riesgos y las posibilidades de encontrarse con desconocidos o conocidos malintencionados son igualmente relevantes; a diferencia de lo que sucede en redes sociales, en estas apps no tienes la opción de seguir a tus iKids (salvo con contenidos concretos, como en Snapchat); tienen mejor fama que las redes sociales – están «mejor vistas» y tus hijos pueden aludir a su «intimidad» para que no los «espíes» (porque para saber qué comparten tienes que mirar su móvil). Por eso la conversación es incluso más relevante. De todas formas, si lo que empiezan a usar son estas aplicaciones (en cuyo caso no puedes seguirles ni observar su actividad sin directamente revisar su dispositivo), te recomiendo igualmente crear con ellos el perfil, revisar los ajustes de privacidad, hablar y hablar.

PD2. Los dibujos de la foto que ilustra el post son de iLast y de iHer. Según ellos, los iconos de las redes sociales tienen «cara» porque Facebook, por ejemplo, se pondría triste si lo usas mal o contento si lo usas bien. Bendita infancia… Los han «copiado» de la web 365 bocetos.