María, 12 de enero, 2016

Tener 13 años en tiempos de redes sociales #ePaternidad #Being13

El pasado mes de octubre se dieron a conocer las conclusiones de un estudio pionero en Estados Unidos. Bajo la batuta de la psicóloga Marion Underwood y el sociólogo Robert Faris, con la colaboración del periodista de la CNN Anderson Cooper, más de doscientos niños/adolescentes de 13 años participaron en un trabajo de investigación. ¿Sobre qué? Sobre sus vidas y especialmente sobre el uso que hacen de las redes sociales. Un análisis a gran escala en el que se conversaba con los protagonistas sobre tiempo de uso, sobre problemas, sobre relaciones, dudas, miedos, frustraciones…

El resultado fue Being Thirteen: Inside the Secret World of Teens, una investigation dirigida a examinar cómo los jóvenes adolescentes utilizan Instagram, Twitter y Facebook para relacionarse entre ellos, pelearse, adquirir un determinado estatus social, animarse y apoyarse y defenderse mutuamente. En total, 216 estudiantes de seis estados norteamericanos aceptaron participar en una encuesta online y después inscribirse en Smarsh, un servicio de archivo y compilación, que almacenó toda su actividad en las tres grandes redes sociales entre septiembre de 2014 y abril de 2015, manteniendo en todo momento la seguridad y confidencialidad de los datos.

Los resultados nos permiten ver qué dicen y cómo se comportan en redes sociales y cómo afecta esta conectividad a su salud emocional. En definitiva, información de gran utilidad, especialmente para los padres, que podremos seguir intentando comprender la estrecha relación de nuestros hijos con la tecnología, primero; con la conexión 24 horas, después; y con sus amigos y conocidos, en última instancia. Sabiendo más podremos ayudarles a utilizar las redes sociales de forma positiva y sana (espero).

Los hijos

El análisis de la comunicación de estos jóvenes a través de las redes sociales mostró que no parece haber una línea definida entre su mundo real y su mundo virtual. Las redes sociales y las relaciones en Internet forman parte de sus vidas; son el escenario en el que se desarrollan sus amistades y en el que sufren y aprenden, de manera absolutamente integrada con su día a día fuera de la red. Y parece que las redes sociales no modifican la personalidad de los adolescentes, sino que la amplifican.

Miedo a perderse algo, adicción a estar en permanente contacto con los amigos, competición por ser populares, malas amistades, aspectos positivos… En casi todo, cosas muy parecidas a las que vivía yo a esa edad. Pero claro, yo lo vivía en una sola dimensión. Y ya era suficientemente difícil gestionarlo.

¿Qué hacen y por qué? ¿Publican contenido propio o leen lo que publican otros? ¿Cómo reaccionan si sus padres les castigan sin móvil o sin acceso a redes sociales? ¿Cuáles son las causas de los conflictos online más graves? ¿Cuándo se sienten excluidos? ¿Qué es lo que más les afecta?

Est@s chic@s de 13 años (al menos l@s de esta investigación) dan una importancia extrema a sus interacciones sociales online, al menos tanto como a las reales -o incluso más. Y su actividad en redes sociales es enorme no porque sean adictos a la tecnología sino porque son adictos unos a otros.

No escribiré mucho más porque hay cosas (en este caso, gráficos) que hablan por sí solas. Nuestros iKids entran muchas veces en sus perfiles sólo para mirar, no para participar. Y les afecta enormemente lo que ven o leen. Su mayor preocupación es perderse algo y los conflictos más graves suelen asociarse a amigos o compañeros de colegios, no a desconocidos.

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Los padres

http://edition.cnn.com/specials/us/being13

En relación con la relación entre padres e hijos y siempre teniendo las redes sociales como telón de fondo, #Being13 detecta que, con frecuencia, los padres andamos perdidos. Dos terceras partes de progenitores «intentan controlar lo que hacen sus hijos en redes sociales, con distintos grados de éxito. Entre los que ponen restricciones, un 54% lo hace limitando el tiempo de conexión (normalmente guardando los móviles de sus hijos por la noche), otro 44% limitan las redes sociales que pueden utilizarse (la que más se permite, Instagram) y un 40% recurre a medidas de vigilancia (controlar contraseñas, seguir en redes a sus hijos y/o a sus amigos…)». A pesar de estos esfuerzos, se detectan lagunas importantes entre padres e hijos a la hora de conocer las redes sociales, usarlas y dialogar sobre ellas y lo que sucede dentro o alrededor de ellas.

Fuente: https://www.documentcloud.org/documents/2448422-being-13-report.html

El gráfico de arriba muestra la percepción que los jóvenes tienen respecto al uso que sus padres hacen de las redes sociales (ganamos las madres).

Una de las conclusiones que más llama mi atención es la siguiente: cuanto menor sea el seguimiento de los padres respecto a la actividad online de sus hijos, más impactan en ellos (los iKids) los posibles conflictos que puedan experimentar. Pero si los padres se implican, la relación entre conflictos en redes sociales y estrés o aflicción desaparece. Es decir, no podemos evitar que tengan problemas (online, offline), pero estar presentes en su crecimiento conectado les beneficia.

El documento completo lo podéis leer en DocumentCloud y también descargarlo en PDF, gracias a la contribución de Kristi Ramsay, de la CNN.

Aunque el video documental completo no se puede ver en España todavía, existe una web con toda la información y en YouTube está disponible el reportaje especial que presentó la CNN al respecto. Espero que os interese.

Hagamos un esfuerzo por entender que nuestra infancia y nuestra adolescencia no van a poder ser imitadas por nuestros hijos porque el mundo, su mundo, es distinto. Entendamos la conectividad en la que están creciendo para poder crear puentes y hablar más (o mejor).

Bss,

M.

PD. Todos los gráficos proceden del resumen del informe «#Being Thirteen: Social Media and the Hidden World of Young Adolescents’ Peer Culture», de Marion K. Underwood, School of Behavioral and Brain Sciences, The University of Texas at Dallas; y Robert Faris, Department of Sociology, University of California at Davis.

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