Trolls, haters, insultos y odio en Internet. ¿Qué decimos a los iKids?
Internet y especialmente las redes sociales nos han dado voz a tod@s. Pero no siempre usamos bien esa voz. Al discurso del odio en el mundo real (no, no todo lo malo existe por culpa de la tecnología) se une el cada vez mayor problema del odio en la Red. No me refiero a grupos y lobbys malvados que diseminen malestar e inciten a odiar (que también); hablo de personas como tú y yo que, amparados en su pantalla, su supuesto anonimato, su convicción de que los demás estamos interesados en lo que tengan que decir, utilizan los dispositivos para insultar, criticar, extender rumores, amenazar, acosar, denigrar, mentir… Son trols, haters, acosadores. Es ciberacoso y ciberbullying si son menores, pero es mucho más. Es la peste del siglo XXI, que se extiende sin control y contra la que es difícil luchar.
El problema empieza pronto, a edades bien tempranas, y ya después se extiende sin límite. Pregunta a un adolescente y sabrá darte ejemplos. Pregunta a algún famoso y te dirá los mensajes que recibe. Pregunta al que modere chats de esos que siguen a noticias en medios online. Pregunta a algún influencer sobre los comentarios de seguidores a sus fotos o posts. Pregunta a alguna mujer con cierta visibilidad o a alguien que comparta sus ideas. El odio y la envidia y el descontento están arraigados en nuestra sociedad e Internet nos ha dado un altavoz estupendo pero muy peligroso.
Son muchos los que temen que estas conductas manipuladoras y poco civiles sigan existiendo y vayan a más. La sensación generalizada es de que esto ha llegado para quedarse; hasta se acredita la palabra «trol» en nuestro idioma, de tanto uso que se le da…
Perspectivas: ¿qué nos espera?
¿Cuál es la solución? ¿Herramientas de INTELIGENCIA ARTIFICIAL que patrullen Internet en busca de comentarios negativos? ¿ESPACIOS SEGUROS para aquellas personas comprometidas en un discurso no de odio? ¿ELIMINACIÓN DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN online? ¿Mayor REDUCCIÓN DE LA PRIVACIDAD? ¿Mayor control de contenidos por parte de TERCEROS, a modo de censura del nuevo siglo?
Ya lo dijo la revista Time en verano de 2016: «estamos perdiendo Internet por culpa del odio».
Las grandes compañías tecnológicas trabajan para contribuir a “controlar” esta libre circulación de noticias falsas, insultos, amenazas, con el fin de permitir que los usuarios positivos no se sientan amenazados en su vida conectada. Como ejemplos (aunque hay muchos más):
- Google trabaja en Perspective, herramienta para luchar contra los trols en las noticias, utilizando la inteligencia artificial para identificar los comentarios «tóxicos» de forma que puedan ser revisados y excluidos de la conversación.
- Facebook acaba de presentar una funcionalidad para garantizar que los usuarios no puedan re-compartir imagenes que previamente se hayan categorizado como «porno de venganza» (sí, eso de que tu ex, fastidiado por el fin de la relación, se dedique a subir a Internet fotos íntimas vuestras…).
- Y sobre las medidas de Twitter para luchar contra el acoso online os hablé en otro post.
Y mientras, investigadores de todo el mundo estudian el porqué de la tendencia humana a “trolear” u odiar en directo.
El Pew Research Center y el Imagining the Internet Center de la Universidad norteamericana de Elon acaban de presentar un estudio que analiza las perspectivas de futuro respecto a esta realidad de odio en red y de mentiras conectadas. El trabajo ha contado con la participación de más de 1.500 expertos de sector público y privado, que tuvieron que responder, como punto de partida, a esta pregunta: «en la próxima década, ¿crecerá o no el discurso del odio a partir de acosadores, trols y mensajes de desconfianza, quejas e indignación?». El 42% de los expertos cree que “no va a haber cambios relevantes” en el clima social online y el 39% añade que espera de hecho que el futuro inmediato de Internet se vea marcado más aún por actividades negativas de odio y crítica online.
- El anonimato de la Red es el factor que más incide en esta conducta de odio y en el discurso de no convivencia, pero no el único. Trolear (burlarse, aprovecharse, engañar, exponer a alguien… online) es humano porque no siempre sabemos ser sociales. Y las desigualdades tampoco ayudan porque potencian el discurso descontrolado. Y el que realiza estas conductas casi siempre lo que busca es…. atención.
- Crecerá el odio online porque habrá más participación digital, dicen en el estudio. La lucha por equilibrar libertad de expresión, privacidad, seguridad y protección será ardua. Y gran parte de esa lucha será pública, todos podremos ser testigos de cómo sucede, de cuánto odio se vive online.
- Los más optimistas creen que aquello que mejore en esta situación tendrá que ver con la reputación; cada vez será más fácil identificar la fuente del odio, la persona que emite los mensajes, por lo que quizá lo pensemos dos veces antes de odiar en directo.
La realidad, hoy, es lamentable en muchos casos. Sólo con buscar «tweets de Trump» en Google fotos, lees y alucinas. Fulanita dice algo en Twitter y se le vienen encima decenas de mediocres a llamarla de todo. Los iKids se pelean en el patio y alguien lo graba para subirlo a la Red y reírse durante semanas de una situación lamentable. Tu hija le manda una foto a su novio y él la envía por WhatsApp a sus amigos. Todo esto (lo de Trump, lo de Fulanita, la pelea de los iKids y lo de la foto… sale en las Noticias cada día, tus hij@s lo ven). Pero más cerca de ti que el Telediario también pasa. Hace poco, una madre a la que sigo en Instagram tuvo la desgracia de perder a su marido. Por su fe, por su manera de ser y sin traicionar su habitual forma de compartir en esta red social, publicó una foto del velatorio del padre de sus hijos. Y a los minutos, decenas y decenas de mujeres (MUJERES, muchas de ellas madres también, pocas con perfil falso, la mayoría dueñas de cuentas normales, adalides todas del respeto y la igualdad) abrieron un fuego indiscriminado de crítica. No fueron troles «de libro», pero fueron «odiadoras».
Con este ejemplo, ¿qué podemos esperar que hagan los iKids? ¿Son tan distintos los que odian o cualquiera puede odiar online pero tiene que intentar controlarse? ¿Todo esto está tan lejos de ti que no puedes hacer nada?
Enseñar a los iKids
¿Cómo enseñamos a nuestros hijos a tratarse con respeto si ven a los adultos incapaces de controlarse en Internet? ¿Cuál debe ser nuestra respuesta cuando los jóvenes utilizan la Red para odiar, criticar o exponer la vida de alguien? ¿Cómo fomentamos que los chicos respeten a las chicas en Internet si líderes políticos o influencers no entienden de límites en el mundo virtual? ¿Cómo educamos en todo esto si cuando hablamos a nuestros hijos de “lo digital” nos limitamos a hablar de redes sociales, obviando que la red también son apps de mensajería, fotos y videos enviados por mail, búsquedas de videos violentos? La culpa de este odio no es de las máquinas, es de las personas.
Es fundamental que padres, profesores, medios de comunicación y toda la sociedad potenciemos los valores básicos de convivencia. Hay que hablar con los iKids (pequeños y adolescentes, cambiando el discurso en función de la edad) sobre la regla de oro y su aplicación a la vida conectada. El mensaje, no creo que haya dudas: hombres y mujeres, de igual forma, debemos ser tratados con respeto. Más allá de las leyes, nuestras costumbres, normas y prácticas de decencia humana son el pegamento que nos mantiene unidos como sociedad. ¿Utópico? Quizá. ¿Necesario? Seguro.
Hay estudios que nos cuentan que si alguien interviene para defender a otro alguien que está siendo acosado, en el 57% de los casos ese acoso acaba en apenas segundos. Y sin embargo, sólo un 19% de nosotros se para para ayudar a alguien en apuros (incluso aunque se trate de alguien conocido). La doctora Michele Borba nos cuenta que los adolescentes de hoy son un 40% menos empáticos que los de hace 30 años y que el narcisismo ha aumentado en un 58%.
Habrá que educar iKids inteligentes, buenos, compasivos, que entiendan varias cosas fundamentales:
- Si para sentirte guay necesitas hacer daño a otr@, eres mediocre. Tu valor depende de ti, no del fracaso o la impopularidad de otros;
- Detrás de las pantallas siempre hay personas, en Internet nunca eres anónimo del todo. Si vas a criticar o insultar, hazlo a la cara. Cuesta más, ¿verdad?;
- Seguir a alguien en una red social no te da derecho a insultarle o amenazarle. Puedes no estar de acuerdo con lo que diga, pero hay muchas formas de expresarlo.
- No contribuyas a difundir mentiras o rumores a través de dispositivos digitales, puede volverse contra ti y además no está bien.
- Los demás se merecen el mismo respeto que tú quieres para ti mismo.
- Si recibes mensajes amenazadores o de acoso a través de móviles, tablets, ordenadores… habla con alguien porque siempre hay soluciones.
Ideas para hablar con los iKids sobre haters y trols:
- habla con ellos sobre la diferencia entre los «odiadores» y los trols (si es que entiendes que la hay).
- utiliza las noticias o algún ejemplo concreto y cercano que conozcas como inicio de la conversación.
- alude a esa regla de oro que mencionaba sobre convivencia y habla con los iKids sobre las diferencias (o similitudes) entre la vida real y la online.
- ayúdales a diferenciar la responsabilidad de las grandes compañías de la suya propia (que también existe), háblales de los ejemplos que he puesto sobre herramientas tecnológicas que se van inventando para controlar el odio.
- no mezclemos nuestra ideología con la realidad. Si insultar está mal, está mal siempre, da igual si el que insulta es de izquierdas o de derechas, ateo o creyente, vegano o cazador, vagabundo o presidente…
- cuéntales que existen cosas como el No Hate Speech Movement, una campaña del Consejo Europeo para reducir la aceptación de este discurso del odio y favorecer actitudes de convivencia entre los jóvenes. Quizá se animen a participar de #nohatespeech #nohatechain, dando un giro diferente a su vida digital.
Besos,
M.
PD1. El documento completo del estudio de Pew Research lo tienes aquí.
PD2. Acabo de terminar de ver 13 reasons why, nueva serie de Netflix en la que se retrata de forma durísima, explícita, terrible una parte de esta convivencia insana a la que no deberíamos acostumbrarnos. No es una serie sobre odio online, pero sí toca el odio, la falta de empatía y sobre todo la incapacidad de los adolescentes para discernir los límites y gestionar tanto sentimiento negativo (con la tecnología de por medio en algunos casos). Os recomiendo verla para poneros en el escenario que algunos -no todos- adolescentes viven.
https://www.youtube.com/watch?v=U4BiyEUR8s8