La definición de alfabetización o alfabeto la conocemos: el que sabe leer y escribir. Ese significado ha ido evolucionando conforme cambiaban las vías de comunicación. Actualmente, para poder gestionar de forma eficaz, saludable y positiva las maneras instantáneas y cambiantes de comunicarnos-aprender-informarnos-consumir-entretenernos que la tecnología facilita necesitamos ser dar un paso más.
ALFABETIZACIÓN DIGITAL
Alfabetización tradicional
Leer, escribir, hablar, escuchar y utilizar el lenguaje. Al interpretar lo que leemos, lo que vemos, lo que decimos y nos dicen, podemos desenvolvernos en nuestra vida personal, familiar, social, cultural y profesional. Esta capacidad de relacionarnos, expresarnos o aprender se empiezan a enseñar a los niños desde que nacen. En casa, en la escuela y en los distintos entornos que vamos incorporando a nuestras vidas conforme crecemos.
Las habilidades relacionadas con la alfabetización tradicional se trasladan al espacio digital, pero existen habilidades exclusivas del mundo conectado que también hay que enseñar a las nuevas generaciones.
Alfabetización digital
Aunque alfabetización digital y tecnológica suelen considerarse lo mismo, merece la pena hacer una distinción básica. La alfabetización tecnológica entra dentro de la digital; tiene que ver con programar, por ejemplo, y también con la mecánica de utilizar dispositivos, programas, herramientas, descargas, actualizaciones… La alfabetización digital incluye esta capacidad tecnológica pero también:
- Saber descifrar el significado de contenidos en varios formatos (audio, texto, imagen, video)
- Saber identificar las formas de comunicación adecuadas en función del mdio, el objetivo o la audiencia a la que nos estemos dirigiendo.
- Saber encontrar, elegir y analizar la información que nos llega o que buscamos online, así como utilizar de acuerdo a unas normas de convivencia básicas.
Alfabetización mediática o de medios
Estas capacidades tienen todo que ver con el hecho de que vivimos en comunidad, no en burbujas. Existe sin duda una brecha digital entre generaciones –diferencias entre jóvenes y adultos a la hora de relacionarse con la tecnología y el mundo online-, pero existe también una brecha digital entre los niños y jóvenes que aprenden a entender el entorno digital y a participar de él y los que no.
La alfabetización mediática es el proceso por el que aprendemos a ser consumidores críticos de todo lo que vemos en webs, medios de comunicación, redes, blogs, apps…, al tiempo que incorporamos conocimiento para contribuir de forma inteligente, respetuosa, segura.
Adaptarse a los cambios forma parte de convivir con los tiempos. Por eso desde iWomanish ofrecemos talleres para docentes y estudiantes, así como sesiones con padres de familia. En ambos casos se trata de introducir conceptos, analizar recursos y herramientas e identificar maneras realistas y eficaces de desarrollar habilidades para alinearse con los tiempos que corren.
Te cuento más sobre todas estas cosas de la alfabetización aquí.
Si estás interesad@, ponte en contacto conmigo y charlamos 😉
Así que…
La alfabetización tradicional y la digital (más tecnológica) ayudan a niños y jóvenes a acceder al mundo digital y a entenderlo; la alfabetización mediática les permite interpretarla, ejercer un pensamiento crítico y pasar de ser usuarios pasivos a miembros activos de la comunidad.
En definitiva, nuestros hijos van a necesitar una serie de habilidades para desenvolverse en el mundo que les va a tocar vivir:
- Ser creativos
- Saber pensar y evaluar de forma crítica la información que les llega
- Saber interpretar la información en función de aspectos sociales y culturales, propios y ajenos
- Ser colaborativos
- Saber comunicarse de forma eficaz
- Ser capaz de buscar bien y elegir los resultados de la búsqueda
- Saber gestionar su seguridad e integridad
- Saber manejar la tecnología