María, 3 de noviembre, 2016

Educar para evitar el uso adictivo de la tecnología #ePaternidad #call2action

Si me sigues, sabes que trato de abordar nuestra relación con la tecnología desde una perspectiva positiva. Porque no hay nada peor que quedarse sólo con lo malo. Y en el caso del uso que niños y jóvenes hacen de Internet, de las redes sociales, de videojuegos, dispositivos y pantallas, nuestro país es experto en analizar hasta la saciedad los peligros y efectos nocivos. Y no siempre se incorporan alternativas en positivo para seguir hacia delante.

ikidsandtechPero también creo que hay que estar informado para tomar decisiones y actuar. Y en el caso de la ePaternidad, el miedo o el desconocimiento nos hacen estar “paralizados”; o controlamos en exceso o prohibimos en exceso. De ahí que el coraje y el conocimiento sean fundamentales como palanca de cambio. Con esto me refiero a disponer de soluciones prácticas que todos podamos aplicar en cierta medida para reconvertir o guiar la vida tecnológica y digital de nuestros hij@s.

Uno de los problemas que más preocupación genera en cuanto a la vida conectada de los iKids es el impacto de un uso excesivo sobre su aprendizaje, su vida social, su rendimiento escolar, su descanso, su actividad física… Hoy comparto información al respecto para 1) saber más y 2) pensar en cómo actuar al respecto.

Saber más sobre la adicción a la tecnología entre nuestros iKids

El Grupo de Investigación Jóvenes y Tecnologías de la Información y la Comunicación (JOITIC) ha publicado un artículo en la revista científica BMC Pediatrics que analiza el uso problemático de Internet, el teléfono móvil y los videojuegos en estudiantes de educación secundaria obligatoria (ESO) en España. Los datos se han obtenido a partir de un estudio realizado en más de 5.000 alumnos mayores de 12 años en 28 escuelas catalanas. Y el análisis ha determinado que una conducta adictiva con la tecnología está también asociada con el tabaquismo, el  consumo abusivo del alcohol, las drogas, el fracaso escolar y los problemas en el ámbito familiar.

Pero, por otro lado, se observa que el papel de la familia puede ser fundamental en los esfuerzos de prevención.

La expansión de las nuevas tecnologías ha traído efectos positivos en la comunicación. Las relaciones y el acceso a la información y el entretenimiento, los medios de comunicación, la manera de trabajar y aprender han cambiado.  Internet, las redes sociales y los dispositivos móviles han producido un cambio en el estilo de vida que en los jóvenes es un hecho totalmente normalizado. Pero también ha dado lugar a problemas asociados con un uso inadecuado o excesivo, en particular entre los adolescentes, puesto que pueden presentar problemas de agresividad, ansiedad, depresión, trastornos del sueño y, en algunos casos, aislamiento social”. Son palabras de Raquel Muñoz, investigadora principal del estudio y enfermera en el EAP Plaça Catalunya de Manresa, de la Gerencia Territorial Cataluña Central del Instituto Catalán de la Salud.

Resumen de resultados

  • Lo que genera más adicción es navegar por Internet: el estudio habla de “uso problemático”, que entiendo es una utilización recurrente o adictiva que interfiere con la vida “normal” de los iKids. Y esos problemas se detectan en un 13.6% del uso de Internet, un 2.4% del uso de móviles y un 6.2% del uso de videojuegos. Tal y como explica Raquel Muñoz, “la evolución de las TIC se encontraba entonces en una fase temprana; hoy en día veríamos una fotografía diferente, puesto que los teléfonos móviles actuales ya permiten el acceso en Internet, la interacción en las redes sociales y los juegos en línea, y su uso está  totalmente generalizado entre los adolescentes. Su protagonismo, por lo tanto, es ahora más significativo”.
  • Más adicción a la tecnología entre las chicas: la medida en que estar siempre conectado a la tecnología interfiere con la vida normal de estos chic@s es, según el estudio, más frecuente en chicas (17% respecto a un 10,6%) y se observa también que quien tiene problemas con Internet también tiene más riesgo de fracaso escolar (18,6% respecto de 12,3%).
  • Chats y redes sociales, patrones de uso de mayor riesgo adictivo: los investigadores han identificado ciertos patrones de uso que se relacionan con el hecho de tener más riesgo de problemas, como la participación en chats (18,9 respecto a un 8,2%), las redes sociales (15,1% respecto a un 5,3%), las compras en línea (19,1% respecto a un 13,2%) y el uso intensivo, más de 3 horas al día (35,8% respecto a un 7,5%).
  • Móviles en 2010 – las chichas tienen más problemas adictivos con el uso del móvil, sobre todo chats y mensajes de texto: en los datos sobre teléfonos móviles, los problemas ocasionales son también más frecuentes en las chicas y la actividad más relacionada con el uso adictivo son los chats (34,5% respecto a un 15,3%), los juegos (25,9% respecto a un 15,6%) y el envío de mensajes de texto (21,6% respecto a un 10,7%).
  • Los chicos, más enganchados a los videojuegos y más afectados por el fracaso escolar: el uso problemático de los videojuegos es más frecuente en chicos (10,6% respecto a un 1,4%), y también en los que tienen fracaso escolar (10,4 respecto a un 5,1%). También se relaciona con el uso intenso (más de 5 horas semanales [26,1% respecto a un 3,2%]).
  • Por otro lado, los chicos y chicas que participaban en actividades después de la escuela y los que tenían apoyo parental presentaron un menor uso problemático.

Teniendo en cuenta los datos del estudio, los factores relacionados con su uso problemático, los riesgos del comportamiento adictivo de su manejo y el aumento rápido de la accesibilidad de los jóvenes a las nuevas tecnologías, los investigadores concluyen que «las intervenciones a una edad temprana pueden ser necesarias con la finalidad de fortalecer una relación saludable de los adolescentes con las tecnologías de la información y la comunicación«.

Llamada a la acción #ePaternidad

No me gusta contribuir a asentar mensajes negativos sobre la convivencia entre iKids y tecnología; prefiero crear soluciones y mensajes positivos. Por eso hoy, con los datos de este estudio (algo antiguo en su fecha de elaboración pero revelador en todo caso), este post es una llamada a la acción.

techkids

Tenemos mucho que hacer. Y lo primero es, precisamente, empezar a educar a nuestros hij@s en un buen uso de la tecnología desde que son pequeños. Desde que empiezan a consumir televisión, videos en red, videojuegos… Desde que empiezan a usar aplicaciones para leer, pintar o bailar. Cuando empiezan a utilizar buscadores para hacer deberes o encontrar información sobre sus ídolos. Cuando empiezan a descargar música. Cuando crean sus chats con amigos, reciben su primer móvil o se abren perfiles en redes sociales.

Hay que hablar con ellos sobre estos temas, dejando de lado la idea de que ellos saben más que nosotros. Esto no es verdad. Podrán tener una predisposición más abierta a aprender. Pero cuando se inician en su relación con todo lo digital están igual de «verdes» que nosotros. Y esto en cuanto a la capacidad funcional para utilizar la tecnología, porque en conocimiento general sobre acción y consecuencia, sobre el bien y el mal, los adultos estamos mejor preparados.

El mensaje de traer la tecnología a casa y ponerla encima de la mesa no significa usar el dispositivo en la cena. Significa hablar con los iKids sobre el uso de la tecnología mientras se cena o se desayuna o se viaja o se charla. Mientras se educa. Se trata de hablar sobre privacidad, respeto, seguridad, equilibrio, contraseñas, webcams, fotos “delicadas”, horarios de uso, normas, límites, compras…

Los niños y los adolescentes agradecen el control paterno –aunque no siempre lo parezca. Y ese control va variando conforme los iKids crecen. Cada familia tiene que encontrar lo que mejor le funcione, como hace con todo lo demás.

No podemos quejarnos del mal uso de lo digital ni temer a las redes sociales ni obsesionarnos con los peligros de Internet si no tratamos de contrarrestar todo eso con una paternidad responsable y proactiva.

Bss,

M.

PD. El Grupo de Investigación JOITIC está formado por investigadores del IDIAP, algunos de los cuales son profesionales de enfermería y medicina de la atención primaria del Instituto Catalán de la Salud, por docentes de los centros educativos, por investigadores de los Departamentos de Enfermería y de Psicología Básica, Evolutiva y de la Educación de la Universitat Autónoma de Barcelona y por un psicólogo de la Universidad Ramon Llull.

El estudio en datos:

  • Dónde: 28 escuelas del Vallès Occidental (Cataluña).
  • Quién: 5.538 alumnos de 1º a 4º de la ESO
  • Cuándo: curso escolar 2010-2011
  • Cómo: encuesta anónima sobre el uso de Internet, móviles y videojuegos, mediante cuestionario sociodemográfico que recogía información relativa a las actividades extraescolares, rendimiento escolar, consumo de sustancias tóxicas, relación familiar, uso de las TIC y control paterno. Se incluían asimismo tres cuestionarios validados específicamente sobre experiencias relacionadas con Internet (CERIO), el uso del móvil (CERM) y los videojuegos (CERV).

Artículo de referencia: Muñoz-Miralles R, Ortega-González R, López-Morón MR, Batalla-Martínez C, Manresa JM, Montellà-Jordana N, Chamarro A, Carbonell X, Torán-Monserrat P. The problematic use of Information and Communication Technologies (ICT) in adolescents by the cross sectional JOITIC study. BMC Pediatr. 2016 Aug 22;16(1):140. doi: 10.1186/s12887-016-0674-y. PubMed PMID: 27550020; PubMed Central PMCID: PMC4994264. Disponible aquí.

 

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