FAMILIA, TECNOLOGÍA Y CIUDADANOS DIGITALES

Ser padre en tiempos de Internet es ser un súper héroe ;) #digcitsummit #ePaternidad

Hace poco más de una semana, el pasado 28 de octubre, se celebró en San Francisco la DigCitSummit, encuentro anual sobre ciudadanía digital que une a las distintas voces implicadas en promover un uso inteligente, ético y seguro de Internet y lo digital. Los fundadores del movimiento DigCit, Marialice BFX Curran y David Ryan Polgar, acogieron a más de un centenar de personas en la sede de Twitter (más los que siguieron la reunión por streaming) y recordaron que el espíritu DigCit es sobre todo el de abandonar los silos y trabajar de forma colaborativa para educar a ciudadanos responsables que también sepan hacer bien las cosas en el entorno online. Se trata de -entre todos y cada uno- ser el cambio digital (#BeTheDigitalChange).

Como ya conté en el blog, participé como ponente en esta reunión y mi papel consistió en dar voz a los padres del siglo XXI, que nos encontramos inmersos en la complejísima tarea de educar a niños súper conectados, súper informados y súper digitales. Con tanta noticia en los medios sobre los peligros de Internet y con tantos casos negativos, tantos miedos, prejuicios y exigencias que nos imponen y nos auto-imponemos, ser padres hoy es una montaña rusa en la que uno tiene la sensación de que lo va a hacer mal haga lo que haga. Y aunque somos tremendamente imperfectos y todo el mundo insiste en que lo hacemos regular (somos drones, helicópteros, demasiado controlares e implicados, demasiado amigos de los iKids, opinamos demasiado o apenas nos interesamos), mi visión es algo más positiva. Yo creo que si nos lo proponemos, los padres podemos conseguir casi cualquier cosa (no siempre, pero sí muchas veces). Incluida la tarea de educar a nuestros hijos en un buen uso de Internet, de los dispositivos móviles y de las redes sociales. Aunque nosotros no seamos «nativos» digitales. Aunque asumamos que se van a equivocar porque lo contrario sería más peligroso aún.

Así que mi objetivo durante mi intervención en la DigCitSummit fue «empoderar» a los padres, levantar mi voz para animar a que se les dé una oportunidad entre tantas voces críticas; reconocer que, en el fondo, los padres somos súper héroes con extrema capacidad de resiliencia, talento y capacidad de reciclaje. Sólo hay que querer, buscar apoyos, tener paciencia, empezar pronto, pensar… Que ya sé que es difícil, pero no nos queda otra.

Hoy os resumo mi mensaje del pasado 28 de octubre. Esto es lo que contó una madre española en San Francisco, un poco de Marca España en esto de la paternidad en tiempos digitales.

Si pienso en un súper héroe, pienso en una niña que está peligro porque se acerca un tren que parece que va a arrollarla. Y pienso que ese súper héroe no se pregunta «¿Seré capaz de salvarla? No lo sé, porque nunca he parado un tren hasta ahora. Y no sé si servirá de algo. Y no sé si la niña me lo agradecerá. No sé si me haré daño al parar el tren. No sé si fracasaré y el tren me arrollará a mí y después a ella«. El súper héroe no piensa esto. Simplemente va corriendo (o volando, según el caso) hacia la niña y, o para el tren, o se lleva a la niña. Los padres hacen lo mismo. No piensan si son capaces de ir avanzando en la educación de sus hijos. Simplemente VAN avanzando. Lo hacen lo mejor que pueden aunque se enfrenten a cosas desconocidas.

El mundo actual está lleno de ruido, lleno de voces que hablan constantemente. Tenemos más información que nunca sobre cómo ser padres y tenemos más análisis que nunca sobre cómo cumplimos con ese papel de ser padres. No existe el silencio, más bien lo contrario. Hay opiniones de todo tipo sobre el papel de los padres y, en cuanto a paternidad en relación con la tecnología, más aún. Es una sobrecarga cognitiva brutal que no llegamos a poder asimilar.

Además del ruido, está el prejuicio. Todos nos observan y nosotros también observamos. Y eso nos lleva a no ser capaces de decidir qué tipo de familia queremos crear en cuanto a la convivencia con la tecnología. Porque nos vencen los miedos, porque de lo que más oímos hablar es de los peligros. Y el miedo nos paraliza. Así que casi siempre nos convertimos en «limitadores» que apenas dejan hacer o en «ignoradores» que apenas se interesan por lo que los iKids hacen online. Al menos la lucha es universal. Padres de todo el mundo estamos en una situación muy parecida, dudando a cada momento de cómo actuar y reaccionar en relación con nuestros hijos y lo digital.

Internet nos ha regalado una conexión absoluta. Podemos llegar a casi cualquier sitio sin salir de casa. Podemos conocer gente nueva, podemos aprender, comprar y disfrutar con tan sólo hacer click. En lo personal y en lo profesional, la red nos aporta mucho al tiempo que nos roba mucho. Y sólo cada uno puede hacer el ejercicio de buscar su propio equilibrio. En el caso de nuestros hijos, lo digital es el NEW NORMAL, no han conocido otra cosa. Y lo que tenemos que asumir es que no pasa nada, está bien, es lo que hay. Hay que abandonar el «cualquier tiempo pasado fue mejor» y crear un «sacar lo mejor de este tiempo». Ellos no vivirán cosas que vivimos nosotros, no esperarán un retraso porque tendrán un móvil para avisar y no se enfrentarán a una entrevista de trabajo sin haber buscado la foto de su potencial jefe. No tendrán que llamar a una novia pasando antes por la voz del padre en el teléfono de casa y no jugarán tanto en el patio. Pero tendrán otras cosas. Tendrán mucha información y mucha conexión, pero seguirán necesitando nuestra guía para saber en qué consiste REALMENTE conectar con alguien y cómo entender REALMENTE la información que reciben. Nos necesitan.

Y nuestro papel es liderar sus pasos. Es decir, somos líderes. Es un título con mucha responsabilidad. Así que hagamos con la tecnología como hacemos con lo demás (do with tech as with the rest). Incorporemos lo digital a la educación que damos a nuestros hijos. Ya les explicamos que hay que mirar antes de cruzar, que hay que ser educado en la mesa, que hay que pedir bien las cosas, que si no estudias suspendes, que hay que recoger el cuarto, que beber demasiado es malo, que hay que saber decir «no», que el deporte es bueno y la alimentación sana también. Hablemos con ellos de apps y redes, de videos buenos y malos, de privacidad y datos personales, de seguridad online, de lo que les gusta o no, de lo que pasa en el mundo… En el caso concreto de las madres, si ya aprendemos nuevas recetas o nuevas manualidades o aprendemos a hacer punto o nos reciclamos cada día en el trabajo o creamos empresas innovadoras, si les contamos cuentos y escuchamos sus primeros desamores, ¿no podemos también aprender sobre tecnología, algún detalle que otro, y hablar con ell@s?

Mi decisión personal ha sido la de trabajar para sacar el súper héroe que todos los padres llevamos dentro. Explicando lo que hacemos con los cuchillos, les recuerdo a los padres que podemos hacer lo mismo con la tecnología: empezar desde que son pequeños, ir abriendo la mano despacio, estar pendientes, entender que lo harán mal y les tendremos que «curar», darles ejemplo, explicarles cómo usarlos bien… Y a esto lo llamo «llevar la tecnología a la mesa» (bring tech to the table), que no significa poner el móvil en el mantel sino hablar sobre lo digital cuando estemos en familia. Es la #ePaternidad.

En España, los principales líderes en la divulgación del concepto de «seguridad en Internet y menores» son las Fuerzas de Seguridad, encargadas de protegernos de peligros y de luchar contra la delincuencia. Eso dice mucho de nosotros. Aún estamos en el problema y no en la creación de soluciones. Nos queda un importante camino por recorrer hasta que entendamos que hay que empezar a educar antes, que no hace falta ser informático para hacerlo y que en esto de la tecnología los límites son tan importantes como en el resto de conductas. Así que me dedico a hablar de ciudadanía digital, de alfabetización digital y de ePaternidad, que es paternidad a secas, con un toque diferente. Trato de crear contenidos fáciles de entender y trato de hablar en tono positivo, para contrarrestar el ruido y los prejuicios.

¿Qué es un súper héroe? Alguien como tú o yo. Alguien que tiene cerca a un iKid y que lo guía para que crezca sano, seguro y capaz de hacer cosas increíbles, también en Internet. #WhatIf cambiamos el mensaje y convertimos el «proteger a nuestros hijos en Internet» por un «enseñemos a nuestros hijos a convivir con Internet»?

Hay muchos estilos de vida en cuanto al uso de la tecnología. Pero el reto es común en todos los casos. Todos queremos que los iKids saquen lo mejor de la red y experimenten lo menos posible de lo peor de la red. Así que seamos nosotros los líderes, los que seamos el cambio digital aunque no seamos muy digitales. Ya lo hicieron nuestros padres en formato analógico, como he dicho otras veces. Yo aprendí inglés pese a que mis padres no sabían inglés. Y nunca pudieron hacer mis deberes de inglés conmigo. Nunca pudieron hablar con la familia de Inglaterra con la que pasé algunos veranos. Nunca pudieron leer las cartas que escribía en inglés. Hoy no pueden entender los tuits que publico en inglés. Pero me recordaron sin cesar que los idiomas eran importantes, que costaba mucho dinero mandarme al extranjero y pagar la extraescolar, que si me iba a Reino Unido era para hablar inglés y no para salir de marcha… Y terminé dando una charla en San Francisco, gracias al poder de la tecnología que me puso en contacto con DigCit y gracias a mis padres que se empeñaron en que aprendiera inglés.

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Durante la DigCitSummit se habló del papel del maestro y de los centros educativos en el crecimiento del ciudadano digital. Se habló de equilibrio entre offline y online, de hábitos saludables en el uso de la tecnología. Se habló de iniciativas innovadoras para potenciar un buen uso de redes sociales o para denunciar mal uso de redes sociales. Se habló de instituciones de todo tipo que promueven la divulgación sobre un «buen Internet». Se habló de niños y adolescentes. De padres. De compañías privadas que deberían controlar mejor el acceso de menores a según qué contenidos. Hablaron mayores y hablaron estudiantes (de 17, de 12 y de 10 años). Se habló de proyectos con los que utilizar las nuevas tecnologías en el aula y de la importancia de que los niños inicien su relación con la tecnología a través de normas y límites. Se habló de educación, colaboración, conversación y creatividad. Se habló de DigCitKids y del DigCit Institute. Se habló de inculcar carácter digital y de crear reputación e identidad digitales. Y repito lo de «se habló» porque fueron charlas de 10 minutos o paneles de debate y, en todo momento, diálogo abierto.

El video con la intervención completa es éste:

Finalmente, la reunión permitió ver varios cortometrajes sobre el uso que los jóvenes hacen de la tecnología, de esos que te hacen reflexionar.

Celling your soul: no app for life. Joni Siani (sobre detox digital)

A social life. Kerith Lemon Pictures (sobre la vida que enseñamos versus la que vivimos)

Y ya 😉

Bss,

M.