María, 10 de febrero, 2017

Primeros pasos de tus hijos en redes sociales: 6 consejos

¿Estás en redes sociales? Si la respuesta es sí, ¿cuál es la que más te gusta? ¿Y la que menos? ¿Estás por estar o realmente te aporta algo? ¿Eres de mirar sin decir nada o compartes muchas cosas? ¿Con qué frecuencia las usas? ¿Son perfiles privados o públicos? ¿Cambias tus contraseñas de vez en cuando? ¿Cierras sesión cuando dejas de usarlas? ¿A qué tipo de personas sigues?

Todas estas preguntas te las puedes hacer a ti mismo y puedes también tenerlas en cuenta cuando tus iKids se quieren estrenar en redes sociales (o cuando descubras que están en redes sociales y quieras sacar el tema y hablar con ell@s).

Que nuestros hijos van a terminar por estar en redes sociales es indudable. Se mantengan Instagram, Twitter, Facebook y YouTube o no, los iKids de hoy serán adultos «sociales» mañana. Y además de estas redes, se comunicarán por mensaje y video, recurrirán a multitud de apps y mantendrán una vida digital tan real como la real.

Los estudios nos cuentan que se adelanta cada vez más la edad en la que los niños tienen acceso a dispositivos,  se relacionan con la tecnología, poseen su propio smartphone, o empiezan a participar de redes sociales o apps de mensajería. En ocasiones se inician en estos universos online sin nuestro conocimiento y a veces lo hacen con nuestro permiso pero no con nuestra implicación. Se inicien en redes sociales a los 11, a los 12, a los 13… lo más importante para mí es estar con ellos cuando empiecen y, si se llega tarde, acompañarles de todas formas. Sin agobiar ni sobre-controlar. Pero estando, decidiendo, marcando pautas. Como en todo lo demás.

Así que cuando tu iKid te empiece a preguntar por el tema de forma insistente, o cuando detectes que ya está preparado, o cuando sepas que todos sus amigos están en tal o cual red y decidas que ha llegado el momento de introducirle en lo digital, te recomiendo estas

6 pautas para que se inicie en redes sociales de forma positiva y, sobre todo, acompañada:

  1. Crea con tu iKid su cuenta en la red social que hayáis decidido que va a utilizar. Al menos al principio, los padres deberíamos conocer la contraseña y el nombre de usuario. Y si cada cierto tiempo podemos ver con él (o hablar con ella) sobre qué publica o comparte, mejor aún.
  2. Ayuda a tu iKid a configurar los ajustes de privacidad. Puedes buscar cómo hacerlo antes o simplemente ir aprendiendo mientras lo hacéis juntos. Pero es fundamental que este tema se haga y que forme parte de una conversación sobre datos personales que no deben compartirse, sobre privacidad propia y respeto de la privacidad ajena… Lo fundamental: saber quién puede ver lo que publico y quién puede contactar conmigo y de qué manera.
  3. Estate pendiente de con quién se relaciona tu iKid en redes sociales. Aprovecha para hablar sobre los riesgos de hablar con desconocidos y sobre el impacto que pueden tener sus comentarios sobre aquéllos a quienes sí conoce. Echa un vistazo a su muro/timeline de vez en cuando y mira con qué tono comparte contenidos y qué tipo de contenidos son.
  4. Fomenta la moderación. Con límites de tiempo y espacio. Con contratos de uso del dispositivo en caso de que éste sea propio o con consecuencias claras en la vida real si su comportamiento online no es el adecuado. Con conversaciones cara a cara sobre lo que más o menos le gusta de esa red social en cuestión. Con charlas acerca de la importancia relativa de los likes y los seguidores (porque, creedme, les importa muchísimo quién les siga y sobre todo cuánta gente les siga; es un factor de estatus social).
  5. Piensa en si deberías estar en la red social en la que tu hijo se haya creado un perfil. Si habéis empezado por Facebook, lo tienes fácil, porque casi todos tenemos cuenta con Zuckerberg. Si es otra (lo más probable), haz el esfuerzo de entrar y estar, para que resulte más sencillo seguirle y tengas más claves a la hora de hablar sobre lo que uno se encuentra «ahí dentro». Ahora casi todos estamos en más de una red social, pero seguramente hay algunas que no controlamos del todo. Y si no queremos crearnos un perfil, al menos busquemos información, probemos, preguntemos.
  6. Conoce los riesgos y los beneficios de las redes sociales. Al conectarse con el mundo, tu hijo se expone más que antes. Si intentamos ponernos en su lugar, será más fácil que nos cuenten lo que les preocupa o lo que más les gusta. Siempre pero especialmente si no les seguimos, tenemos que tener en cuenta que las redes sociales nos abren muchas puertas pero también conllevan posibles problemas cuando los iKids se inician:
    1. situaciones desagradables que quizá ya se produzcan en la vida real pero que la conectividad amplifica (acoso, sentimientos de no inclusión en grupos, falta de auto-estima…);
    2. conflictos relacionados con la cíber-seguridad (robo de cuentas, situaciones de phishing o timos varios, compras no deseadas…);
    3. problemas asociados a la falta de reflexión (que publiquen fotos delicadas, compartan demasiada información o suban o compartan un video poco apropiado…);
    4. situaciones de exceso de uso en las que el iKid no sea capaz de dejar de pensar en su muro, sus seguidores y comentarios…

En todos estos casos, quizá te sirva re-leer este post sobre 5 habilidades digitales que podemos inculcar a nuestros hijos.

Si hubiera un consejo número 7, sería hablar. Hablar y hablar. Desde antes de que estén en redes sociales. Y probar. Probar, probar. Probar tú a vivir algunas de las cosas que ellos viven, para que puedas realmente enseñarles a usarlas bien.

Te recuerdo cómo hemos inaugurado en mi casa la cuenta en Instagram de iFirst, así como varias cosas importantes que tienes que saber sobre los pequeños instagrammers y los youtubers.

Bss,

M.

PD1. IMPORTANTE — Ojo, en esto de las redes sociales no incluyo aplicaciones de mensajería instantánea como Snapchat, Kik, WhatsApp, Telegram o Google HangOut, entre otras. Hay gente que sí lo coloca todo en el mismo saco; yo no. No me parecen lo mismo en concepto pero tampoco en funcionamiento. Sea como sea, la actividad que se crea en estos servicios de mensajería también presenta riesgos y las posibilidades de encontrarse con desconocidos o conocidos malintencionados son igualmente relevantes. A diferencia de lo que sucede en redes sociales, en estas apps no tienes la opción de seguir a tus iKids (salvo con contenidos concretos, como en Snapchat); tienen mejor fama que las redes sociales – están «mejor vistas» y tus hijos pueden aludir a su «intimidad» para que no los «espíes» (porque para saber qué comparten tienes que mirar su móvil). Por eso la conversación es incluso más relevante. De todas formas, si lo que empiezan a usar son estas aplicaciones (en cuyo caso no puedes seguirles ni observar su actividad sin directamente revisar su dispositivo), te recomiendo igualmente crear con ellos el perfil, revisar los ajustes de privacidad, hablar y hablar.

PD2. Los dibujos de la foto que ilustra el post son de mis iKids y los han «copiado» de la web 365 bocetos.

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