Conversación 7: Tiempo de Pantalla #Adolescentes #Tecnología #Coronavirus
Éste es el punto 7 de la relación de 10 conversaciones que podemos tener con adolescentes sobre la pandemia de COVID-19 y el uso que hacemos de la tecnología. Se trata no de aleccionar ni alarmar, sino de aprender juntos y aprovechar esta oportunidad para reflexionar sobre personas y pantallas.
El tema: Tiempo de pantalla
La tecnología y sus pantallas no son lo único a lo que debemos dedicar nuestro tiempo, pero si hay más tiempo para pantallas, que sepamos que hay formas muy distintas de emplear el tiempo conectados.
Lo sé. No queremos hijos adictos a las pantallas. Pero con los iKids en casa (sin quedar con amigos, sin ir al colegio, sin extra escolares…), pretender que adolescentes de hoy estén las 24 horas sin mirar una pantalla es IRREAL.
Es el discurso fácil. El consejo fácil. El mensaje fácil.
Pero que no miren ninguna pantalla es poco menos que imposible de conseguir.
Quizá con niños pequeños puedes sacar mucho rédito a las manualidades, los juegos de mesa, los disfraces y los juguetes, pero en la adolescencia lo que más desean es mundo exterior y ocio. A falta del primero, aspirar a quitarles del todo lo segundo (o a pretender que el ocio esté 24 horas al día aislado de las pantallas) no sé si es posible -ni incluso deseable-.
Lo digo porque ya están ahí los jueces morales que nos dicen que no dejemos a los iKids aparcados delante de la consola, el móvil, la tele y la tablet. Que si hacemos eso lo estaremos haciendo mal.
Pues claro que aparcados no. Pero las emergencias suelen romper las rutinas, así que lo más eficaz no es erradicar la pantalla sino buscar el equilibrio entre pantalla de ocio, pantalla útil y no pantalla.
Puede que tengan que mirar una pantalla en los ratos que dediquen al estudio y no podemos contar esos momentos como todo su tiempo de pantalla diario.
Es más que probable que NECESITEN chatear con sus amigos (o hacer video-llamadas grupales), evadirse con videojuegos o videos en TikTok, entretenerse haciendo sus propios videos, memes o directos en Instagram. Habrá más retos en los stories de Instagram porque ahora mismo es su manera de interactuar con ese amigo, ese crush o esa pandilla. NECESITAN recurrir a sus móviles para seguir socializando en tiempos de confinamiento.
Es más que probable que quieran utilizar sus consolas para jugar y hacerlo además online, en partidas compartidas con sus amigos. Y mientras juegan hablan. NECESITAN recurrir a sus consolas para seguir socializando y riendo en tiempos de confinamiento.
Tus adolescentes no van a estar todo el día leyendo a Kafka -a lo mejor alguno sí, pero vamos, que no es lo típico ni lo ha sido nunca-, haciendo deberes y tablas de deporte, ayudando con la casa. Necesitan también mantener algunas de sus rutinas sociales. Para todo, para lo de siempre y para lo nuevo que deriva de estar metido en casa, la tecnología puede ayudar.
No todo el día, no a toda costa, sino con equilibrio. De ellos depende encontrar el equilibrio, y de ti ayudarles a conseguirlo.
Podemos planificar con ellos varios momentos del día, diferenciados por el TIPO DE TIEMPO DE PANTALLA. No desde la regañan o moralina -que nosotros también estamos muy pendientes de las pantallas estos días- sino desde la normalidad. Unos bloques dedicados al estudio, otros al ocio y a sus amigos, otros a aficiones o a lo que cada uno necesite.
Momentos en los que puedan:
- estudiar: tablet, consultar información, buscar, comunicación con profesores…
- «socializar» virtualmente: chats, llamadas…
- entretenerse sin pensar: videojuegos, series, ver videos…
- moverse: las redes se han llenado de entrenadores que comparten rutinas de ejercicios.
- informarse: ayudándoles a identificar las fuentes más creíbles.
- pensar, aprender y hacer cosas chulas.
Si puede ser, que esos momentos no se basen únicamente en MINUTOS, sino también y sobre todo en COMPENSACIÓN. Diferenciando tiempo de pantalla útil de tiempo de pantalla para la distracción. Tiempo de pantalla y tiempo sin pantalla. Porque nuestros cerebros y nuestros cuerpos no pueden soportar días de encierro solo mirando pantallas. Necesitamos movernos, necesitamos estimular las neuronas y necesitamos hablar. De ahí que diferenciemos entre los momentos del día de nuestros adolescentes (con y sin pantallas), para que haya de todo.
Así que un rato de ocio, vale. De chats, videojuegos, redes sociales, videos, streaming, música. Sin perder de vista la seguridad (ojo con lo que descargamos, ojo con dónde nos creamos perfiles, ojo con el alcance de lo que publicamos o compartimos…).
Y, después, ideas de uso de pantallas para otras actividades:
- acceso a cultura con iniciativas que han surgido en estos días o con Google Arts & Culture.
- muchas descargas de libros.
- música en vivo especial para la temporada Coronavirus.
- otros juegos conectados (más allá de los de moda): partidas de ajedrez online, or ejemplo -si nadie sabe jugar en casa más que ellos y una partida analógica no es posible-.
- películas o series.
- tecnología para la creatividad: aprender a usar iMovie, GarageBand… Tutoriales creativos en YouTube a tutiplén (sobre música, sobre coreografías, sobre fotografía) y cursos online de que también en estos días se ofrecen incluso de manera gratuita) 😉
- aprovechar el momento para aprender a programar.
- …
No se trata de que tus adolescentes estén estos días pegados a las pantallas. Ni de que las evitéis como si fueran el demonio. Se trata de entenderles, escucharles, hablarles, compartir incluso momentos digitales con ellos, normalizar la tecnología… y sobrevivir 😉
Y remember…. Si no haces nada de todo esto y simplemente sobrevives, tampoco pasa nada.
Que la Fuerza, la paciencia, el humor y sobre todo la salud os acompañen.
Besos,
M.
