Conversación 8: SALUD #Adolescentes #Tecnología #Coronavirus
Éste es el punto 8 de la relación de 10 conversaciones que podemos tener con adolescentes sobre la pandemia de COVID-19 y el uso que hacemos de la tecnología. Se trata no de aleccionar ni alarmar, sino de aprender juntos y aprovechar esta oportunidad para reflexionar sobre personas y pantallas.
El tema: Salud
La tecnología puede ayudarnos a cuidarnos mejor.
- LAVARNOS LAS MANOS: sí, nos recomiendan lavarnos las manos y sí, la tecnología inventa apaños incluso para inspirarnos a cumplir con esas recomendaciones. Un ejemplo es Wash Your Lyrics, que nos recorta varios segundos/minutos de la canción que queramos para que duren exactamente el tiempo que necesitamos emplear en esa higiene de manos.
- INFORMARSE: en las fuentes oficiales hay mucha información que nuestros adolescentes pueden conocer: infografías, explicaciones adaptadas, recomendaciones…
- MOVERSE: Son varios los gimnasios y polideportivos que tienen apps o webs en las que han anunciado que, con motivo de la situación actual, van a volcar ejercicios diarios. Hay también innumerables aplicacioness y canales en YouTube de profesionales que ofrecen tablas muy variadas.
- LIMPIAR TAMBIÉN LOS DISPOSITIVOS: no nos lo dicen tanto, pero también se puede limpiar el móvil, que almacena bichos que es una barbaridad.
- POSTURAS SANAS: como tu adolescente se está moviendo estos días menos que normalmente y como es probable que pase más horas delante de las pantallas, no olvidemos cuidar nuestras posturas cuando usamos móvil, ordenador o consola.
- UN POCO DE DETOX CADA DÍA: es tentador estar pegado a las pantallas para informarse, charlar, jugar, pasar el rato, dejar de pensar, aislarse, desahogarse… Bueno, pues recordemos a los adolescentes que un rato de desintoxicación digital al día es FUNDAMENTAL. En mi casa recurrimos a puzzles, tertulias en la terraza, juegos de mesa… con mi adolescente femenina singular bailes y libros y con mi adolescente masculino singular música atronadora y partidas de cartas.
Ánimo que ya queda menos.
Besos,
M.