¿Qué necesitamos REALMENTE las familias si hablamos de iKids, tecnología, uso seguro y educación?
Hace varios años formé parte de la primera edición del ciclo Tech & Society, una iniciativa de Aspen Institute España y Fundación Telefónica que persigue reflexionar y debatir sobre las grandes cuestiones planteadas por los avances de la tecnología digital y su influencia en ámbitos tan diversos como las relaciones humanas, la política, la educación, la economía, el trabajo o la medicina. En el inicio de su cuarta edición, he tenido el lujo de poder conversar -online- con Victoria Nash, subdirectora, Profesora Asociada y Senior Policy Fellow en el Oxford Internet Institute.
El trabajo de Victoria tiene un foco fundamental en el estudio de la convivencia entre menores y tecnología: su principal interés radica en las implicaciones que la evidencia sociológica, estadística y científica de ese uso pueda tener sobre normativas presentes y futuras. Ejemplos: políticas de verificación de la edad del usuario, revisión de riesgos online para menores, implicaciones del concepto de “niño algorítmico” y de gestión de los riesgos asociados al uso no controlado de los datos de menores derivados del uso del Internet de las Cosas o los juguetes conectados a la Red… Nash es además miembro del Consejo Británico para la Seguridad en Internet y de la Junta Directiva de la Coalición para una Economía Digital. Oportunidades todas ellas para impactar de forma real sobre decisiones que a su vez impliquen un cambio a mejor en la vida digital de nuestros hijos.
El tema: familia y tecnología.
Nuevos roles de la paternidad, la normalidad de «lo digital» en las casas, el pánico que transmiten medios y entidades diversas, los riesgos evidentes, el cambio en la infancia, las dificultades, los datos y la privacidad, los juguetes con Inteligencia Artificial, las opciones que tenemos para ayudar a las familias a no morir en el intento mientras educamos en tiempos de Internet…
Escuchando a Victoria y conversando con ella he repasado algunos aspectos relevantes sobre la realidad de las familias y sobre la protección de los menores en un mundo tremendamente digitalizado, un mundo en el que el uso cotidiano de la tecnología, la evidencia científica, los titulares de noticias, los intereses empresariales, las políticas públicas y la legislación no siempre avanzan al mismo ritmo.
Algunos «titulares» de resumen:
- La tecnología ha cambiado muchos aspectos de nuestra vida y de nuestras familias; pero hay también otros cambios (sociales, económicos…) que han alterado rutinas y costumbres, oportunidades y riesgos. No es sólo «lo digital».
- Más que pensar solo en proteger a nuestros hijos de Internet, debemos perseguir ayudarles a florecer en un mundo que es (también es) digital.
- La evidencia científica no demuestra el efecto negativo causal absoluto del uso de la tecnología sobre el bienestar de niños y adolescentes. Suele tratarse de aspectos relaciónales. Son muchos los parámetros que influyen en los distintos problemas.
- Tenemos que ser más conscientes sobre seguridad y privacidad, sobre la economía de datos en la que vivimos, sobre cómo funciona la tecnología que usamos o dejamos usar a los iKids.
- No es fácil para las familias acceder a información contrastada, así que al final o educamos desde el miedo (prohibimos) o desde la ingenuidad (dejamos hacer).
- Dentro y fuera de Internet, ninguna actividad está exenta de riesgo. Pero no podemos asumir una normalización de la vigilancia constante de los niños para sentirnos mejor. Es importante distinguir 1) riesgo de daño, 2) evidencia de titular y 2) proteger de educar.
- La situación que ha provocado el confinamiento tenemos que intentar aprovecharla para construir una nueva o mejor relación entre familia y tecnología, no solo en términos de tiempo o contenidos, sino de hábitos y oportunidades. Hay tanta relación riesgo-oportunidad en cero uso digital como en mucho uso digital.
- Mejor pensar en qué queremos que hagan nuestros hijos con la tecnología, en qué experiencias queremos que tengan, que en qué no queremos que les pase cuando la utilizan.
- Padres e hijos consumen tecnología, las empresas ofrecen productos, los datos son la moneda y los menores se han convertido en la nueva fuente de riqueza (por datos e información).
- Padres y madres soportan gran parte de la presión de “evitar los problemas que los niños puedan experimentar en Internet”. Pero las empresas y la normativa podrían promover más la seguridad y la privacidad desde el diseño (safety-by-design se llama), con cosas sencillas como la verificación de edad, por ejemplo. Eso aliviaría la presión sobre los padres, que es injusta. No podemos esperar que conozcan todos los riesgos.
¿Qué necesitamos REALMENTE las familias si hablamos de tecnología?
- Más evidencia científica, y que sea más accesible.
- Más información práctica y aplicable, sin sensacionalismos ni prejuicios.
- Más compromiso de las compañías tecnológicas: que impulsen una mayor transparencia y apliquen medidas para efectivamente proteger los intereses de los menores.
- Iniciativas públicas o privadas basadas en la divulgación y en las medidas escalables, no en el sensacionalismo o en el análisis de ‘situaciones burbuja’.
- Políticas y normativas alineadas con el uso digital real.
- Más herramientas para impulsar la cultura digital familiar, la ciberguridad de nuestras casas y la equidad en el acceso a la tecnología.
- Compromiso real por parte de padres y madres a la hora de asumir nuestra responsabilidad, al tiempo que tratamos de entender la época y el mundo en el que están creciendo nuestros hijos.
Aquí tienes el video completo (disponible también en el canal de YouTube del Espacio Fundación Telefónica), por si quieres echarle un vistazo.
Mil gracias a Aspen Institute Spain y Fundación Telefónica por contar conmigo.
Besos,
M.
Desde Fundación Telefónica impulsan la iniciativa #RepensandoElMañana y ofrecen multitud de debates en directo sobre temas interesantes.