Cosas importantes sobre tus iKids y las Apps
En sus propios dispositivos o en los que tú les dejas de vez en cuando, los iKids interactúan con muchas aplicaciones. Algunas de ellas tienen versión web propia y otras son apps diseñadas específicamente para su acceso a través de smartphone o tablet. Sea como sea, las apps son algo totalmente cotidiano y normal en la vida de nuestros hijos. Una palabra que no existía cuando nosotros éramos pequeños y que hoy se pronuncia varias veces al día.
La mayoría de las aplicaciones hacen de Internet una experiencia entretenida e incluso didáctica. Lo hemos visto, por ejemplo, con juegos que enseñan valores (de los no digitales). Y aunque todas o casi todas las apps son intuitivas y fáciles de usar, mientras los iKids crecen es fundamental que los padres hagamos un cribado casi constante de las aplicaciones que piden, descargan y más utilizan.
Hace tiempo repasamos algunas de las aplicaciones que los padres debemos conocer si tenemos hijos pre-adolescentes o adolescentes. Y hemos hablado también de aspectos relevantes que debemos tener en cuenta cuando ellos usan o nosotros usamos las aplicaciones de WhatsApp, TikTok (ex-Musically), Snapchat, PokemonGo, Ask.fm o Instagram, entre otras.
1. Niños y apps: ¿qué debemos saber?
Repasemos los aspectos que más incertidumbre generan respecto a las aplicaciones y cómo se gestionan nuestros datos al descargarlas o utilizarlas.
- Privacidad: más de la mitad de las apps envían información sobre el dispositivo o sobre los hábitos del usuario a terceras partes (D. Holloway, L. Green, S. Livingstone, EU Kids Online network, Zero to Eight: Young children and their internet use, agosto 2013).
- Compras: más del 80% de las apps más populares se ofrece de forma gratuita pero incorpora opciones de compras y otros gastos -actualización, cuentas Premium- dentro de la aplicación (Nielsen, Understanding the Children’s Book Consumer in the Digital Age, septiembre 2013).
- Permisos: casi la mitad de los padres deja que sus hijos se descarguen apps sin permiso (encuesta OnePoll de Internet Matters con padres de niños de entre 5 y 11 años, 2015).
2. Niños y apps: ¿para qué las usan?
Niños y adolescentes (adultos también) utilizan el mundo de las aplicaciones fundamentalmente para tres cosas, a su vez ligadas a varios aspectos a tener en cuenta:
- En general, los iKids utilizan estas aplicaciones para relacionarse con amigos o familiares, pero algunas permiten que tengas contacto con desconocidos y por lo tanto despiertan preocupaciones sobre la seguridad de los menores. Aunque muchas restringen los contactos, otras exponen más los perfiles y permiten que nos ‘encuentre’ gente a la que no conocemos.
- Además, el hecho de que el iKid se relacione en un mundo no real o sin ‘cara a cara’ le hace pensar que la barrera física de la pantalla le da también poder para presionar a alguien o posibilidad sin consecuencias de mandar mensajes ‘delicados’. Sexting o ciber acoso son palabras que oímos con frecuencia y tienen todo que ver con la facilidad de expresarse sin tener que reflexionar.
- Finalmente, los dispositivos y las propias apps están diseñados (si no configuras los ajustes de privacidad) para compartir tu localización en cada publicación, por lo que dónde está el iKid está a la vista de quien quiera verlo.
Las redes sociales permiten mantener relaciones con compañeros y amigos más allá del cole y de casa, sin importar las distancias o el momento. Permiten «decorar» fotos, saber qué hacen los demás, contar lo mejor de lo que hacemos…
- El primer ‘problema’ de las apps de redes sociales tiene que ver con la información personal de los iKids y con cuánto de lo que publican será visible: cuando te creas perfiles y te descargas la aplicación, muchas empiezan por pedir tu número de teléfono, tu nombre, tu e-mail, tu edad… y no siempre explican claramente qué se hace con esa información o quién ve realmente lo que publicas. Así que configurar los ajustes de privacidad es fundamental.
- También en relación con la privacidad en redes sociales es importante recordar a los iKids que hay muchas formas de ‘traicionar’ la intimidad o perjudicar el bienestar de otros sin casi darse cuenta (datos en sus bios, fotos en según qué sitios, comentarios públicos, videos en los que sale gente que no querría salir…).
- En tercer lugar tenemos el problema de la ‘libertad de participar‘: como puedes compartir y comentar, parece que necesitas compartir y comentar lo que se te pase por la cabeza, sin pensar en las consecuencias.
- Finalmente, los iKids (y nosotros) vivimos un mundo en el que la imagen es la reina y en el que el postureo es el pan nuestro de cada día. Es tremendamente sencillo caer en la tentación de ‘embellecer’ todo o forzar situaciones simplemente para poder contarnos. Hacer en el ejercicio de saber disfrutar del momento y de comportarse online tal y como somos es una necesidad, no una opción.
En todos estos casos, lo de ‘pensar dos veces’ puede ayudarnos a evitar problemas que pongan en peligro nuestra intimidad o la de otros, que nos obliguen a crear personas que no somos o que hagan a los iKids vulnerables a críticas online que les afecten offline.
- En este apartado, una de las principales preocupaciones es la de que los niños encuentren contenido explícito o inadecuado dentro de las apps. No es sólo que entren en un site de videos y busquen; también pueden llegar a esos contenidos desde aplicaciones en apariencia inofensivas. Aunque la mayoría de las apps deben superar un proceso de clasificación en función de sus contenidos, al final tu iKid -especialmente si no precisa de tu permiso para descargarse cosas- puede terminar instalando en el dispositivo una app que en publicidad o enlaces le remita a imágenes o textos que sugieran violencia, pornografía, prácticas poco saludables… Así que ojo con las descargas.
- También preocupa que los niños gasten dinero sin saber para qué o siendo engañados. Algunas apps son bastante caras ya en el momento de la compra (de nuevo, por favor, mejor optar por que el iKid necesite tu permiso para descargar); pero además, aunque la app sea gratuita, muchas veces los juegos incluyen publicidad de actualizaciones u ofertas. Y el iKid pinchará sobre ese enlace que le promete un premio o un truco para subir de nivel o nuevos filtros de color.
- Y también preocupa que los niños vean estas apps y el propio dispositivo como un juguete al que recurrir sin pensar, como única opción de entretenimiento. Igual que elegimos sus juguetes, igual que no se compra algo en cualquier momento aunque no sea necesario, igual que no siempre tienen una muñeca o un Lego a mano, igual que a las 7 de la mañana pueden jugar con muchas cosas pero no tocar la batería porque pueden molestar a los vecinos, hay momentos para apps y para no apps, hay apps de muchos tipos y no todas son de buena calidad y hay un papel que los padres jugamos a la hora de elegir la app que más se adapta al juego de nuestro iKid.
En todos los casos, lo mejor es optar por configurar cuentas de usuario que permitan que tu iKid precisa de tu permiso para realizar cualquier descarga. Tanto los dispositivos Android como los que funcionan con sistema operativo de Apple permiten crear cuentas para menores.
Nos guste o no, los iKids (especialmente cuando llegan a la adolescencia) buscan maneras de ocultar cosas. Algunas apps populares que permiten esconder información dentro de los dispositivos:
- Secret Calculator: permite guardar información, videos y fotos y su icono es prácticamente idéntico al de la app de calculadora que habitualmente incorporan los móviles.
- Secret Chamber: el icono es un girasol dentro de un marco. La app crea una zona segura y privada para imágenes y videos y se puede acceder a ella sin contraseña. (No disponible ya para iOS en España).
- Gallery Vault: esconde fotos y otras apps que no quieres que alguien vea que tienes instaladas. La app Poof, muy similar, ya no está disponible pero quien la tenga descargada en su dispositivo la puede seguir utilizando.
Y como existe la opción de crearse perfiles secundarios en redes sociales para controlar quién les sigue, echa un vistazo a este post sobre insta y finsta.
3. Niños y apps: ¿cómo las descargan?
A. Puede que en tu casa tus hijos no puedan descargarse apps porque:
- son muy pequeños;
- son más mayores pero tienen que pedirte permiso;
- son más mayores pero tienes configurada la opción de que tengan que solicitarte a través del dispositivo la descarga que les interese.
En todos los casos en los que tu decisión esté implicada en una descarga, haz el ejercicio de repasar las aplicaciones que autorizas instalar, sean juegos u otras. Como he hecho ya en otras ocasiones, ejemplos de fuentes de revisión de aplicaciones que suelo usar yo son Generación Apps y Common Sense Media.
B. Tus hijos pueden descargarse las apps que quieran.
Intenta hablar con ellos sobre las apps que ya tienen, las que están de moda, las que no tienen pero les gustaría tener. Habla sobre precios «normales», sobre publicidad, sobre ajustes de privacidad.
En este punto, insisto: valora la opción de recurrir a las opciones de creación de cuentas de usuario y cuentas familiares, así como a la alternativa de activar la solicitud de permiso de descarga de apps si los iKids son algo mayores y manejan un dispositivo por su cuenta. Y si son pequeños, ni eso. Siempre que pague yo la cuenta mensual del contrato del móvil o la tablet, la conexión a Internet y por supuesto las descargas en sí mismas, seré yo quien decida las apps que llegan a cada dispositivo.
Como siempre, incorporemos cosas nuevas a todo lo que ya sabemos y tratemos de utilizarlo para hablar con los iKids, en función de su edad, sobre cómo usar los dispositivos móviles, sobre seguridad y privacidad, sobre intimidad, creatividad, auto-control…
Por cierto, también importa hablar a los iKids sobre organizar las apps en el dispositivo -agrupándolas por temas, por ejemplo-, sobre hacer limpieza de vez en cuando y buscar apps originales con las que hacer cosas que ya de por sí les gusten en la vida no conectada.
Besos,
M.
PD1. La foto que ilustra el post es de la tablet de iFirst.
PD2. Más información en esta tabla de Ofcom que repasaba en 2015 cómo cada entorno web de descargas revisa las aplicaciones que permite descargar.