María, 30 de enero, 2018

Educación (digital) de tus hijos: buscar, copiar y compartir en Internet

Compartir es amar, pero con ciertas limitaciones… En el mundo online, una de las cosas que a veces queda en el olvido es la que tiene que ver con el respeto a lo que los demás hacen y nosotros después reproducimos o copiamos o utilizamos o compartimos. Es un tema que tiene algo que ver con la piratería, mucho que ver con el plagio y muchísimo más que ver con el uso de material hecho por otros sin acreditarlo debidamente. Como todo está en Internet, parece que es tuyo. Nuestro. De los iKids. Para usarlo como queramos…

Pues no.

Ya sé que en lo que tiene que ver con niños-adolescentes y tecnología, lo que más nos preocupa es que accedan a contenidos inadecuados o que pasen demasiado tiempo delante de las pantallas, o que traten mal a otros u otros les traten mal a ellos… Pero parte de la responsabilidad de los iKids radica en asumir que tienen que aprender a utilizar el mundo conectado que los rodea. Y parte de nuestra responsabilidad como padres de familia radica en educarles proactivamente en el proceso de buscar-encontrar-elegir-reproducir-consumir contenidos online.

Hoy, un recordatorio: la educación digital de nuestros hijos, prepararles para el mundo híper-conectado, no es sólo hablarles sobre seguridad, contraseñas, claves, cierre de sesiones, respeto a los demás, auto-control, pensar dos veces antes de publicar, velar por nuestra intimidad y la de los demás, no compartir cualquier cosa… La educación digital de los iKids pasa también por explicarles que:

1.- El hecho de que todo esté disponible no significa que pueda usarse de cualquier manera

Si los iKids buscan información o fotos en buscadores (Google u otros) para hacer un trabajo del cole -por ejemplo-, no vale solo con copiar un texto o una imagen o el enlace de un video, pegarlo todo en el documento y ya está. Hay que tener en cuenta dónde está publicado ese contenido y quién es el autor, para después citarlo todo. Hay que tener en cuenta cuál es la fuente y cuál es la fecha de publicación, pensar en si es algo fiable o dudoso, reciente u obsoleto. Citar todo esto si después lo usas o compartes es importante y, aunque no siempre se pueda hacer, al menos hay que intentarlo.

Y estas cosas deberían tenerlas en cuenta los padres, los profesores y, después, los iKids. Para todos irnos acostumbrando a no sólo copiar y pegar, sino también a prestar atención a dónde encontramos contenidos.

2.- Hay muchas maneras de buscar en Internet

Hablar con niños y adolescentes sobre cómo buscar en Internet es fundamental, para que sepan:

3.- Existe un entorno lícito en el que consumir contenidos (películas, series, libros, música) y un entorno (a) o (i)legal

Si el iKid llega a casa y te enteras de que en su grupo de amigos “mola todo” visitar webs de visionado de películas y series recién estrenadas o solo disponibles a través de plataformas de pago, no da igual.

  • Porque muchas de esas webs no son seguras del todo.
  • Porque muchas piden hacer login (dando tu correo electrónico y, en ocasiones, datos de pago, con lo que eso implica en términos de uso de tus datos personales por parte de terceros).
  • Y porque en algunas de esas webs es donde luego se encuentran, precisamente, contenidos no recomendables para según qué edades o incluso malware y virus varios.

Lo mismo pasa con lecturas descargadas para libros electrónicos o con archivos musicales que pasen de mano en mano.

4.- Internet no es gratis, aunque todo parezca gratis

Aunque te encuentres de todo en Internet, Internet no es gratis.

Hay un gasto obvio que suele tener que ver con los derechos de autor. Ejemplos:

  • si te has perdido una peli en el cine o quieres ver una serie que solo está en plataformas de streaming o de descarga de contenidos, hay que pagar por ellas. Yes. Así es la vida. Aunque encuentras muchas cosas en YouTube, son muchos los videos originales o protegidos que se retiran de los canales precisamente por estas razones.
  • si quieres utilizar Spotify (o similares) para escuchar música, tienes la opción gratuita y la versión Premium, de pago. Sin pagar, hay más limitaciones de uso.

Y hay otros gastos menos obvios, especialmente para los iKids. Porque ellos no pagan sus datos del móvil ni tener wi-fi en casa. Pero las dos cosas cuestan. Y porque cuanto más gratis te encuentres las cosas online, más probabilidades habrá de que la moneda de cambio sean tus datos personales o tu seguridad. Consumir contenidos online forma parte de nuestra vida y es genial que exista este mundo enorme de posibilidades, pero sabiendo dónde ir a buscar o cómo utilizar esos contenidos.

Además, por ir cerrando, la creatividad no debería entenderse como algo gratis en su re-circulación por la Red. Si alguien escribe, compone o inventa algo, por más que lo encuentres en una página web disponible para su consumo, eso no significa que puedas utilizarlo después sin explicar de dónde o quién procede, especialmente si vas a compartirlo como «propio».

Conclusión

Puede que tu hijo quiera ser policía, futbolista, bombero, abogada, periodista o juez de mayor. O puede que quiera ser actor, músico, compositora, ilustrador, diseñadora, cineasta, médico, escritora, maestro… En todos los casos, siendo el mundo como es (conectado), lo más seguro es que a lo largo de su vida creen cosas, compartan cosas, publiquen cosas en Internet. Suyas. Disponibles para todos los demás a golpe de click. Pero a ellos les gustaría que se supiera que ese contenido lo hicieron originalmente ellos, ¿no? Incluso que, si se trata de obras originales, sumen a su hucha creativa.

En Internet hay de todo. Por todas partes. Está todo ahí, a tu disposición, a mano para tus hijos. Y los padres podemos ayudarles a entender que no todo vale y que cuando se utiliza, ve, escucha, lee o copia algo que está en la red (foto, video, texto, lo que sea), es importante saber buscarlo e interpretarlo, acreditar de dónde “se ha cogido” y quién es su autor original.

Así que el único problema no es si Instagram es malo o Snapchat malísimo. No es sólo si la tablet fríe el cerebro y YouTube crea psicópatas. Hay un aspecto funcional en la educación de nuestros hijos que tiene que ver con la tecnología y con el uso que hagan de ella. Y ahí, señores, los padres tenemos también mucho que hacer y mucho por decir.

Besos,

M.

PD. Internet se basa en compartir, pero reconociendo cuándo la creación es de otros. Si eres de los que consumes, basta reflexionar. Si eres de los que creas, existe una cosa que se llama Creative Commons -por ejemplo-, que es una organización que permite usar y compartir la creatividad o el conocimiento a través de instrumentos jurídicos de carácter gratuito, a modo de licencias de derechos de autor (licencias Creative Commons o licencias “CC”). Ofrecen al creador de una obra (ilustración, texto, fotografía, música) una manera simple y estandarizada de otorgar permiso al público en general de compartir y usar su trabajo creativo bajo los términos y condiciones de su elección. Hay también muchas webs de ilustraciones o fotografías que presentan sus propias alternativas de licencia o permiso de uso; un ejemplo, Freepik.

No digo que sea obligatorio que tú y tus iKids sepáis exactamente qué es CC o cómo funciona. Pero quedarás estupendamente si le explicas a tu hijo que no copie de otros o que al menos compruebe qué tipo de licencia protege ese contenido, sea una foto, una canción, un video, un dibujo o un texto. Ya sabes, padres gurús, madres influencers 😉

Os dejo video estupendo de Creative Commons sobre la importancia de saber compartir y colaborar en un mundo híper-conectado.

 

 

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