El futuro ya está aquí. Ponte las pilas digitales ;) #SiE16
El informe de la Sociedad de la Información en España de Fundación Telefónica es una publicación que cada año ofrece un mapa de la situación, los avances y el uso en España de las comunicaciones y los servicios digitales. La última edición, la decimoséptima, se ha presentado hace pocos días. Y lo que cuenta no tiene desperdicio. Vamos, que no te lo puedes perder y tienes que buscar un rato para ir leyéndolo.
Ya sé que a mí todo esto de lo digital me encanta y que piensas que no soy objetiva. Pero es que estamos viviendo un cambio de era, una transformación de la sociedad, y creo que tenemos el deber de abrir los ojos y ser conscientes de lo que está pasando, tratar de entenderlo, formarnos una opinión al respecto. No es la máquina de vapor, no es la electricidad, no es la imprenta, no es el fuego, no es la rueda. Es «lo digital».
Antes de fruncir el ceño, dame un segundo. No voy a decirte (otra vez) que hay que implicarse en la educación de nuestros hijos con la tecnología en mente. Porque los menores no son los únicos humanos que existen. Estás tú. Y tus padres. ¿Qué opinas si te digo que los internautas mayores de 65 años hacen un uso cada vez más amplio de la Red, y que las actividades relacionadas con el ocio y la comunicación con familiares y amigos son su principal motivación para conectarse? A los mayores, a los medianos y a los pequeños nos pasa lo mismo. Estamos inmersos en un mundo conectado en el que empiezan a difuminarse las distancias, en el que cambian los empleos, cambian los hábitos y cambian los conocimientos… ¿Tú eres de los de «estábamos mejor antes» o de los de «enterarse del ahora y para entender el mañana»?
El ahora, el mañana
El Big Data, la realidad virtual y el Internet de las Cosas (IoT) han llegado para quedarse y son cada vez más importantes para las grandes empresas. La tecnología wearable (dispositivos de todo tipo que llevas en tu organismo, dentro o fuera) y los coches autónomos son tendencia de «futuro» con un elemento cada vez mayor de «presente» (no ciencia ficción sino realidad real realísima que da sus primeros pasos). Los robots empiezan a pensar; los dispositivos son cada vez más pequeños pero hacen cosas más grandes. Se habla de machine learning, smart cities, neveras que te dicen qué hace falta comprar, realidad virtual, eHealth con brazos biónico y parches implantados que monitorizan a pacientes diabéticos, y fintech…
Así que no. No se trata sólo de educar a los iKids en el buen uso de la tecnología. Se trata de que todos empecemos a hablar un idioma con palabras nuevas porque todos estamos un poco «digitalizados» y todos tenemos un plano digital en nuestra vida diaria. No pasa nada. Hay que asumirlo. Tenemos que dejar de pensar en que «cualquier tiempo pasado fue mejor» o en que «nuestra infancia sí que era infancia«. Esto es lo que hay y podemos sacar el mayor y mejor partido posible, ¿no?
Algunas de las conclusiones que los autores del informe destacan incluyen las siguientes:
- Los sistemas inteligentes y robots empiezan a aprender la cultura y valores de nuestra sociedad. «La Universidad de Berkeley, por ejemplo, ha lanzado un centro de investigación para facilitar el que los robots aprendan los valores humanos». Y hace apenas unos días, Google y Jigsaw han presentado Perspective, una herramienta tecnológica capaz de identificar comentarios negativos en noticias o conversaciones, contribuyendo así a que Internet sea un entorno menos negativo o con menor incidencia de trolls y otros acosadores digitales.
- Dispositivos y sensores en el interior de nuestro cuerpo nos ofrecerán capacidades sobrenaturales. Los súper wearables, más allá del reloj y el cuenta pasos… Ya existe experiencia de prueba con miles de personas que llevan insertados en la piel pequeños chips con tecnología NFC o RFID.
- Los jóvenes recurren a Internet como herramienta para su formación. «Se observa durante 2016 un agotamiento en el uso de las redes sociales con una levísima disminución media de su uso. En los grupos de los más jóvenes, que generalmente marcan tendencia, esta disminución es más importante y es de 2,2 puntos porcentuales entre los internautas entre 14 y 19«. Luego estos nativos no nativos digitales, analfabetos totales del Internet si no intervienes tú con una educación en valores, descubren cuando van creciendo que la tecnología no es sólo chats, juegos, fotos y likes, sino también aprendizaje, networking, creatividad.
- El mundo digital y real se fusionan. «El 78% de los internautas utiliza la mensajería instantánea para organización de quedadas o eventos«, dice el informe de Fundación Telefónica. Y esto es sólo una muestra de cómo la vida real y la online son cada vez más una sola. Para los iKids es difícil entender la diferencia, sobre todo al principio (véase la necesidad de tener seguidores en Instagram sin importar si esos seguidores son 1) conocidos y 2) reales o bots).
- El correo físico se convierte en pasado para los más jóvenes. «Pasa del 10,2% al 2,8%, el porcentaje de internautas entre 14 y 19 años que utilizan el correo físico«. Y si me apuras, tampoco les interesa el e-mail. Su comunicación es de chats y mensajes cortos y emoticonos y videos y fotos editadas con filtros. Fundamentalmente visual. Siempre rápida. Estos niños tan listos con tablet y móvil propio sólo chatean y suben o comentan fotos. Poco más. A veces hacen trabajos o se envían documentos. Pero ni gestionan plataformas online de almacenamiento de contenido ni crean contenido digital, al menos en la mayoría de los casos.
- Internet impulsa la vida social. «El 55,7% de los internautas afirma que gracias a Internet se ha vuelto a relacionar con familiares y amigos de toda la vida. El 36,7% de los internautas ha encontrado buenos amigos utilizando este Internet, el 35% ha encontrado compañeros profesionales, el 32,3% compañeros para participar en actividades de ocio, e incluso un 9,8% compañeros para participar en actividades de tipo político. El 28,7% de los jóvenes entre 20 y 24 años ha encontrado pareja en Internet«. Esto lo cuentan sobre todo adultos. En el caso de los iKids, la tecnología no impulsa la vida social sino que la crea, la acompaña desde casi el minuto 1. La modifica. Y altera el status social de los pre-adolescentes y la auto-percepción de los adolescentes.
- El móvil revoluciona la forma en la que nos organizamos. «El 79,5% entre los usuarios entre 14 y 19 años, toma decisiones no planificadas sobre la marcha relacionadas con el ocio gracias a información que recibe continuamente en el móvil«. El móvil lo revoluciona todo y el rebelde de 2017 es el que se desinstala WhastApp 😉
- El móvil rompe las barreras entre la vida profesional y personal. «El 79% que tiene móvil de empresa, lo utiliza para su vida personal, 94,2% entre 55 y 64 años. El 68% instala aplicaciones personales en el móvil de empresa, 85,7% entre los usuarios entre 25 y 34 años«. Y además, no separamos porque no nos interesa y cuando nos interesa ya no podemos. No podemos esperar a responder el último mensaje o chequeamos el móvil nada más levantarnos y respondemos un correo de la oficina mientras desayunamos en familia. Un poco de por favor…
- Llega la revolución del marketing de la mano de las nuevas tecnologías. «Al 31,4% de los jóvenes entre 14 y 19 años les parecería interesante recibir publicidad sobre el contenido que están visionando«. Es importante que sepamos esto porque las marcas lo saben y actúan en consecuencia. Tú eres adulto y puedes decidir, pero si le das un smartphone a tu hij@ de 11 años, por ejemplo, que sepas que si tiene sus propias cuentas de usuario será target de marcas y de publicidad en función de su actividad online, por privada que ésta sea.
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Importancia de regular la relación entre máquinas y personas. «La incorporación de los robots y otros sistemas automáticos en todos los ámbitos de la vida económica y social empieza a ser una realidad. Es algo que tendrá numerosos efectos positivos (mejora de niveles de productividad, incremento de calidad de vida de los ciudadanos, reducción de peligros para las personas al realizar los robots las tareas peligrosas..). Pero lógicamente también se empiezan a percibir ciertas fricciones que pueden poner en riesgo la convivencia entre máquinas y personas. Ejemplo de esta dificultad de la integración de los sistemas inteligentes en la vida de los ciudadanos son los accidentes de tráfico en los que se han visto involucrados vehículos autónomos de Google y Tesla, las dos empresas más pioneras en la implementación de este tipo de tecnología (en 2016, varios vehículos de Tesla en modo auto-piloto sufrieron accidentes, uno de ellos mortal para el conductor; la empresa dice que aún están en pruebas). La situación actual es de convivencia entre personas y máquinas, una relación que suele regirse bajo el paradigma de que la máquina ejecuta y la persona supervisa. Aunque a primera vista esta división parezca lógica, en el interior esconde la dificultad de coordinar entidades con capacidades tan diferentes. En 1942, Isaac Asimov ya propuso tres leyes de la robótica que deberían regir la convivencia entre personas y máquinas; hoy, investigadores de Google y Microsoft han publicado nuevas normas que se podrían considerar una actualización de las conocidas leyes Asimov» (foto de la derecha, arriba).
A estas conclusiones “oficiales” añado las mías propias, básicamente tres, centradas en tres temas que me llaman especialmente la atención:
1. Tus hijos ya no ven la tele
“Ha cambiado completamente la experiencia de ver los con- tenidos de televisión. (…) Los usuarios pueden visionar los contenidos en cualquier dispositivo o elegir la perspectiva desde la que observan los eventos deportivos, pudiendo seleccionar la cámara desde la que acceden al contenido. La libertad horaria para acceder a los contenidos es posible- mente el efecto que más impacto tiene en la forma en la que se consume el contenido y es el más valorado. En la actualidad, cada vez más usuarios deciden qué contenidos quieren disfrutar en cada momento y, además, pueden grabarlos o parar su emisión mientras se dedican a otra actividad”.
Por eso el tiempo de pantalla no puede medirse como antes. Y por eso da igual que los programas de televisión que se emiten por la tarde acuerden utilizar un lenguaje apropiado. Porque los niños y los adolescentes no ven la televisión. Ven YouTube, ven otras plataformas de video, ven streaming en Netflix o similar… Consumen televisión a demanda.
2. Internet no es gratis
El informe de Telefónica hablar de “ancho de banda” y de niveles de conexión en España. Como los dispositivos se multiplican en las casas y la conexión también, como salimos todos a la calle con algo en el bolsillo que nos abre la puerta al universo digital (mayores y cada vez más pequeños tienen su propio móvil), es el momento de decirle a tus iKids claramente que Internet cuesta dinero.
Las apps que te instalas en el móvil y la conexión por wi fi en casa y la conexión por 3G o 4G por la calle cuestan dinero, consumen datos, ocupan espacio y memoria y se pagan cada mes. Ya sé que una wi fi pública es gratis, pero es que es gratis en todos los sentidos, es decir, que te la juegas en términos de privacidad y seguridad. Cuando no tienes claro cómo se hace rico alguien porque todo lo que dan es «gratis» (caso de Facebook, WhatsApp, Instagram, Snapchat y tantas otras cosas que usamos todos los días para contar nuestras vidas), lo que está claro es que el producto ERES TÚ y la moneda de cambio son tus datos personales.
3. Nos preocupa la privacidad, pero…
“Más del 80% de los internautas -cuatro de cada cinco- muestra una elevada preocupación por la privacidad y casi el 90% piensa que debería ser posible identificar y eliminar su información personal de Internet. El concepto de información personal se entiende de una manera amplia y no incluye sólo los datos más sensibles o más asociados a la persona, sino también la actividad que realiza en Internet. Las mujeres dan una importancia mayor a la privacidad y a la necesidad de proteger todos los tipos de información.”
Nos preocupa la privacidad, sí, pero sobre todo la que tiene que ver con que “no nos espíen los gobiernos y las grandes tecnológicas que son malas malísimas”. Pero la verdadera privacidad empieza con saber qué son cookies para entender qué tipo de contenidos te encuentras al navegar; empieza con cuidar tus contraseñas y las fotos o comentarios que compartes en redes; empieza por no comprar en cualquier web ni descargar cualquier app. Empieza por no rellenar cualquier formulario online y por cuidar tu correo electrónico. Tú eres tu mejor agente de privacidad online. Y luego ya tendremos que ver cómo conseguir que Facebook no sepa cada paso que damos y se escude en darnos una mejor experiencia de usuario para quedarse con toda nuestra información.
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Cuando no sabes, no puedes ayudar. Puedes escuchar. Puedes respetar (aunque respetar opiniones diferentes no está de moda actualmente). Pero no puedes ayudar.
Entender el mundo que viven y van a vivir nuestros hijos es fundamental para darles un empujón cuando lo necesiten. Eso creo yo. No está de más enterarse sobre tendencias, sobre expectativas, sobre cómo nos conectamos hoy y sobre lo que está por venir. Así podrás, además, iniciar conversaciones con ellos sobre un mundo que les interesa y del que más les vale saber lo importante y no sólo lo típico.
Ya estás al día sobre muchas cosas que tienen que ver con lo digital. Buscas información en Internet, organizas tus viajes, gestionas tus cuentas, compras regalos, descargas libros o canciones, buscas dietas para ponerte estupend@, encuentras cosas sobre tus aficiones, canjeas puntos, coleccionas fotos, reservas entradas. Si ya haces todo eso, puedes sacar unos minutos más al día y seguir este blog ;), porque nada te impide seguir poniéndote al día para ser ciudadano del mundo en el que YA ESTAMOS y para ser un padre más al día de las necesidades de los ciudadanos del mundo del futuro.
Bss,
M.