Las madres, pieza clave en la educación digital de los niños
Los iKids de hoy crecen rodeados de medios digitales y su primer contacto con pantallas se produce en el contexto familiar. Conforme se hacen mayores, se amplía el abanico de influencias externas respecto a la relación con las pantallas (profesores, amigos, medios, gente a la que siguen…), pero es en casa donde niños y adolescentes experimentan una mayor exposición digital.
Padres y madres ejercemos el acompañamiento digital de formas muy diversas. Cuando los iKids son pequeños, fundamentalmente nos preocupa el tiempo que pasen ‘conectados’. Cuando crecen, esta preocupación se mantiene pero se añaden otras: acceso a contenidos inadecuados, relaciones perjudiciales, etc. Nuestra respuesta puede clasificarse en mediación activa (hablar con los hijos sobre contenidos online), uso conjunto o mediación restrictiva (imposición de normas relativas a contenidos y tiempo). Escribí sobre el tema en esta entrada sobre niños y tiempo de pantalla.
Existen estudios dedicados a observar cómo ejercemos esta ePaternidad, que nos dicen que cuando los padres realizamos un uso de la tecnología de forma conjunta con nuestros hijos, el resultado es un uso menos intenso de Internet por parte del iKid. Hoy comparto en el blog las conclusiones de dos de esos estudios -resumidos en el blog Parenting for a Digital Future del London School of Economics– que analizan cómo ejercemos padres y madres nuestro papel en la educación digital de sus hijos y cómo ese papel impacta directamente sobre los hábitos tecnológicos de los iKids. Quiero destacar un dato que me ha llamado la atención:
El poder de las madres conectadas
Tanto en la infancia como en la adolescencia, las madres son las más implicadas en el día a día de la educación digital de sus hijos.
Sea por la razón que sea, sin entrar en temas de conciliación o expectativas de género, parece que las madres de hoy siguen, en general, siendo las más ‘involucradas’ en acompañar la vida cotidiana de los hijos (qué comen, quiénes son sus amigos, cómo les va en el colegio, a qué juegan, cómo visten… lo que sea). Igual que sucede en otros aspectos, también se detecta una mayor implicación de las madres en el acompañamiento digital de sus iKids, tanto por actividad conjunta como por imposición de normas para controlar el uso de Internet o de dispositivos por parte de los niños.
En niños pequeños, por debajo de 6 años, la mayor influencia sobre el tiempo de uso de Internet que hagan los iKids proviene de las reglas o la compañía de las madres. Al empezar el colegio, se observa que los padres (ellos) incorporan un mayor protagonismo. En general, la evidencia de investigación nos dice que esta implicación de las madres en la educación digital es mayor que la de los padres en todas las edades, y sorprende observar también -de acuerdo a estos estudios- que la implicación tanto de padres como de madres desciende conforme los niños crecen.
En la mayoría de mis encuentros con padres y madres, oigo con frecuencia a madres que dicen que a ellas esto de la tecnología ‘les viene grande‘; hablo con ellas y fundamentalmente marcan normas de tiempo, pero reconocen no ser las encargadas de ‘cambiar contraseñas, manejar router o wi-fi, instalar controles parentales, crear usuarios…‘. Con hijos adolescentes, las madres admiten que les preocupan las redes sociales y lo que los niños hagan en ellas, pero las conversaciones familiares tienen más que ver con los peligros que con el conocimiento de cómo funcionan esas redes sociales. Por eso reflexiono con ellas sobre su propio uso de la tecnología y sobre una doble percepción: la que ellas tienen sobre su cultura digital y la que sus hijos tienen sobre lo que ellas saben o no acerca de la tecnología.
Así que mensaje especial para madres: #YesWeCan
- Hay que gestionar el tiempo de pantalla de los iKids, pero también crear experiencias conjuntas de vida tecnológica y ayudarles a utilizar la tecnología de forma progresiva y positiva. Ejemplos: ver videos en YouTube con ellos, hablar sobre sus Youtubers favoritos, animarse a probar su videojuego preferido, crear con ellos una cuenta en redes sociales, buscar juntos información sobre una afición compartida…
- Hay que hacer ver a los iKids que nosotras también sabemos (sobre todo si queremos). No hay madre que no aprenda a hacer algo nuevo si se lo propone. Ejemplos: informarnos -y después hablar con los iKids- sobre descargas de apps, fake news, contraseñas, filtros en buscadores, palabras de moda, nuestras propias dudas en redes sociales…
- Hay que hablar con ellos sobre tecnología no sólo como reacción a una preocupación, sino como parte de una educación en valores, hábitos y responsabilidad. Ejemplos: charlar sobre el significado de privacidad en la era de Internet, la importancia de los datos personales, el respeto a los demás, las consecuencias de nuestras decisiones, el auto-control…
No es fácil. Ya sé que no nos sobra tiempo. Pero cada día aprendemos sobre muchas cosas. Hagámoslo también con el mundo digital, por nosotras y por ell@s. De nada sirve quejarse y echar la culpa a redes sociales varias si no estamos enseñando a nuestros hijos a entender el mundo que les rodea.
A todas las madres que me leéis: hace unos días compartí el siguiente texto en mis perfiles de Twitter e Instagram. Si alguna de vosotras duda sobre su capacidad para ser influencer digital de sus hijos, ojalá esta reflexión sirva para animar a llenar el mundo de madres conectadas:
«O creamos conciencia y potenciamos cultura o esto de Internet se nos va de las manos. A los mayores y a los pequeños. Conciencia acerca de nuestra propia responsabilidad sobre las cosas que hacemos. Cultura sobre cómo desenvolvernos en un mundo basado en nubes y servidores y cables y satélites. Que no nos digan más que nuestros hijos saben más de Internet que nosotros. No nos quedemos en eso. Yo no sé cocinar (bien) pero eso no impide que mis hijos coman (bien). Comen varias veces al día, comen de (casi) todo, comen incluso sano. Aunque yo no sea chef. El caso es que planifico menús, hago la compra, busco recetas, elijo platos fáciles, recurro a los tuppers de mi madre, repito un menú hasta que me sale digno, les hablo sobre cómo comportarse en la mesa, evito comer como un troglodita no me vayan a copiar, intento que ayuden a cocinar o recoger, elijo mis batallas… Y ellos asumen que la vida culinaria de la casa, aun siendo su madre una ‘analógico-gourmet’, la gestiono yo. Con la tecnología, lo mismo. Desmitificar lo digital. Ponerse un poco al día, confiando en nuestra propia capacidad de aprender. Educar en valores. En el respeto incluso al que piensa diferente. En pensar y no solo opinar. En vivir y no solo compartir. En cuidarse y cuidar. Hablemos más con los iKids sobre esas pantallas que tanto les atraen. Todo empieza en casa, con nosotros. Paso a paso».
Besos,
M.
PD.- Además de las conclusiones sobre el papel de la madre en la educación digital, otro aspecto que quiero resaltar a partir de la evidencia de investigación disponible está relacionado con el tándem familia-tecnología:
Ir más allá del tiempo de pantalla y pasar tiempo juntos en Internet
- Centrarse en el tiempo no es lo único importante, ya que el contexto de la actividad digital y el contenido de lo que el niño esté haciendo son igual de relevantes.
- Conseguir una reducción en el tiempo que los niños pasan con sus pantallas no se basa tanto en las normas que marquen los padres/madres, como en el uso conjunto que mayores y pequeños hagan de la tecnología.
- Cuando los niños crecen, entre los 9 y los 15 años, su vida digital se suele convertir en tema de debate en la familia, incluso en origen de conflicto entre padres/madres e hij@s. En las familias en las que madres y padres co-utilizan Internet con sus hijos, se producen menos conflictos.
- PASAR TIEMPO JUNTOS EN INTERNET TIENE UNA INFLUENCIA POSITIVA SOBRE LA VIDA FAMILIAR. Las actividades online compartidas entre padres/madres y iKids tienen una influencia positiva clara sobre la vida familiar durante la pre-adolescencia y la adolescencia. Cuanto más se produzcan momentos de vida digital compartida entre padres e hijos, menor es el uso de Internet por parte de los iKids.
- La implicación de los adultos en la educación tecnológica de sus hijos depende de su propia confianza en sus habilidades digitales. Y la percepción que padres y madres tengamos sobre nuestras propias habilidades digitales o tecnológicas es especialmente importante para los niños y adolescentes que navegan por Internet. Si los padres o las madres consideramos manejarnos bien en términos de tecnología, utilizamos más la tecnología con sus hijos, hablamos más sobre tecnología con ellos y, en consecuencia, creamos un mejor entorno doméstico y hábitos familiares moderados de vida digital.
¡Me encanta el post María! ¡Enhorabuena! Aportas y expones, de nuevo, una serie de elementos muy importantes a la hora de educar y convivir en sociedad que no deberíamos olvidar aunque «no sobre tiempo». Hay que reservarlo para los temas relevantes. Los valores, la implicación de los progenitores en la educación de los iKids analógica y digital, no alarmarse centrándose en la solución y no en el problema… Y, sobre todo, el hecho de integrar la tecnología como una variable más y necesaria en la educación no solo de los iKids sino también de los iProgenitores. Los iKids crecen muy rápido y es una excusa perfecta compartir tiempo y experiencias digitales para continuar participando de grandes momentos familiares. #YesWeCan. Saludos, Paula.
Gracias, Paula! A las barricadas! 😉