Mamá, ¿qué es Internet? Micro-cuento #StarWars
«Mamá, ¿qué es Internet?» Ésta es la pregunta con la que se descolgó hace unos días iLast. Mi primera reacción fue: “que te lo cuente papá”. Luego pensé en asumir responsabilidades y empecé a repasar la Historia y las historias que podía intentar explicarle a un niño de casi 6 años. Después de dos días de cábalas, en los que como buen iKid siguió insistiendo en su pregunta, he llegado a la conclusión de que mejor se lo cuento con… un cuento.
** Te recomiendo leer la micro-historia mientras escuchas «The Jedi Steps and Finale«, pista 23 de la banda sonora de Star Wars VII The Force Awakens. Para el cuento he optado por personajes de toda la vida, sin entrar a mencionar a los nuevos, para no caer en spoilers que me acarrearían muchos unfollows 😉
Micro-cuento #StarWars: ¿qué es Internet?
Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana… La Galaxia era Internet. Un sitio muy, muy grande, con planetas, naves siderales, cazas imperiales, estrellas y luces, ciudades magníficas, desiertos y glaciares y zonas oscuras. En Internet vivían múltiples criaturas de toda forma y color, seres humanos pero también robots y androides. Soldados buenos, piratas, aventureros, princesas, héroes, niños y mayores, sabios y aprendices… En cada planeta podías encontrar cosas distintas. Sitios divertidos en los que jugar. Sitios entretenidos en los que aprender. Sitios diferentes en los que construir a partir de la nada. En cualquier asteroide te encontrabas con gente diferente a ti y podías saber de todo y de todos. Internet era una Galaxia con personajes buenos y personajes malvados, con historias de amor, guerras, luchas, familias…
En la Galaxia de Internet, tú, iLast, eras el protagonista. iLast Webwalker. Al ir haciéndote mayor, empezabas a explorar. Primero pilotando tu nave en el salón de casa. Tus maestros Jedi, que no siempre sabían todo pero siempre te cuidaban, te habían enseñado algunas cosas (piensa dos veces las cosas antes de hacerlas, ten cuidado con quién vas, respeta a los demás). Para ellos, lo más importante era que supieras utilizar bien la Fuerza, sacando lo mejor de ti.
En tus primeros viajes galácticos todo te parecía súper emocionante. Visitabas esquinas siderales en las que había juegos, música, películas chulísimas, videos con dibujos animados. Estabas como loco porque todo estaba al alcance de tu mano. Con un click en los mandos de tu nave, llegabas a cualquier sitio e inmediatamente tenías lo que querías.
IV: Una nueva esperanza
Luego empezaste a salir de tu casa y tu planeta para conocer el espacio sideral, pilotando tu propia nave de verdad. Ahora tenías que descubrir la Galaxia y sus misterios por ti mismo, así que las cosas se fueron poniendo un poco más difíciles. Tus maestros Jedi no estaban todo el rato controlando lo que hacías y confiaban en ti para tomar decisiones. Empezaste a hacer cosas tú solo, a veces diciendo que eras iLast y a veces utilizando un apodo (por ejemplo, Jack). Aterrizabas en asteroides que te pedían una contraseña para entrar. O llegabas a ciudades abandonadas que te pedían tu nombre para poder volver a salir. Pilotabas tu nave con el monotablet, con la galaconsola, con el duplífono o con el stardenador.
Fue iFirst Solo quien te contó por primera vez que no podías creerte todo lo que veías en la Galaxia y que no debías contarle a todo el mundo quién eras o de dónde venías o a dónde ibas. Él tenía más experiencia galáctica, era un aventurero, valiente y un poco alocado. Era experto en el planeta Pantallazo y lo sabía todo sobre videojuegos. Te enseñó a hacer tus propios videos y a no estar todo el rato pegado a una pantalla. “Si siempre estás pensando en la Galaxia”, decía, “te pierdes las cosas que pasan”.
La princesa iHer Leia te llevó por primera vez al planeta YouTubiano. Allí viste de todo: cosas maravillosas como volcanes y dinosaurios, canciones en todos los idiomas. Aprendiste a dibujar mejor y a manejar la espada láser. Pero también viste cosas feas que te hicieron tener pesadillas, cosas que no estabas preparado para ver. Leia te explicó cómo y dónde buscar. Y fue la primera en contarte que la Galaxia es tan grande que resulta imposible conocerla toda.
V. El Imperio contraataca
Con tu pandilla de androides –sobre todo Mike C3PO, tu amigo del pueblo- conociste unos sitios galácticos llamados ‘redes sociales’, en las que se podía conocer a mucha más gente, así que allá que fuiste con tu nave. Esas redes eran como telarañas de estrellas unidas entre sí, con mucha luz y muchos humanos y androides hablando. Te enredaste con tus amigos de siempre y también hiciste amigos nuevos; algunos que habías visto antes, como Rorro-R2D2, pero también otros a los que nunca habías visto. Al principio estabas súper emocionado. Aprendías cosas, te encontrabas con gente que hacía mucho que no veías, podías poner colores y marcos a las fotos y compartir con todo el mundo lo que pensabas. Tenías muchísimos seguidores robóticos que te aplaudían como a un famoso.
Pero un día te peleaste con Mike-C3PO y dijiste en la telaraña azul que ya no serías nunca su amigo. Y a él le dolió tanto que lloró y lloró hasta oxidarse. Otro día, Rorro-R2D2 dijo en la telaraña verde en la que estaban todos tus seguidores robots que tú eras feo y gordo; todos se rieron y a ti te dolió tanto que pegaste patadas a tu nave hasta que nunca pudo volver a volar.
Te habías quedado sin nave espacial, sin tus mejores amigos, Solo y Leia estaban lejos… Tanto tiempo entre redes, pegando con pegamento que nunca se borra cosas tuyas a cada hilo de la telaraña… Era el fin del mundo. Pero entonces uno de tus maestros Jedi apareció ante ti y te dijo: “No te preocupes, pequeño Webwalker, el camino no termina aquí. Tu aventura está empezando. Debes volver a levantarte. Yo te guiaré”.
VI. El retorno del Jedi
Así que reconstruiste tu nave. Hiciste las paces con C3PO pidiéndole perdón (no por teléfono, ni con un mensaje, ni en la telaraña, sino en persona). Y volviste a volar por la Galaxia. Seguías pendiente de las redes, pero solo a veces. Seguías visitando los planetas Pantallazo y YouTubiano, pero sólo a ratos. Y, en ocasiones, te sentías perdido, así que mandabas un mensaje a tus maestros Jedi para contarles cómo iban las cosas.
I. La amenaza fantasma
Un día, a través de la telaraña amarilla, un ser cuya foto de perfil tenía la cara roja te mandó un mensaje y te pidió quedar en un planeta alejado, fuera de las telarañas, cerca del borde exterior. Te prometía tesoros y aventuras. Primero dudaste, pero luego dijiste que no, porque no le conocías realmente. Te apuntaste su nombre para contárselo a los maestros Jedi, que eran los que podían avisar al Emperador de todos los peligros de la Galaxia.
II. El ataque (de los clones)
Tras meses y meses de aventuras galácticas, aterrizaste en el planeta 4G, que era donde podías recargarte de fuerza para seguir conectado en la Galaxia. Gracias a las vibraciones de 4G podías navegar a cualquier hora, sin límite. Habías investigado todo sobre esas vibraciones en Tatoogle y Naboopedia, pero no podías ni imaginar que allí te encontrarías con el lado más oscuro de la Fuerza.
Y es que Hack Vader, el líder de los enemigos de la Galaxia, estaba allí escondido, recuperando fuerzas. Era un super famoso internetiano porque se quedaba con fotos de todas las telarañas, se hacía pasar por otras personas para engañar, robaba móviles y ordenadores para venderlos a piratas o para espiar. Tus maestros Jedi te habían hablado de él, te habían advertido y, lo más importante, te habían enseñado a utilizar bien la Fuerza y, con ella, tu espada láser.
Al verte, Hack Vader en seguida notó que tú eras heredero de muchos antepasados Jedi amigos de la Galaxia. Vio que habías aprendido a pasear por toda la Galaxia usando sólo lo bueno y pensó: “la Fuerza es intensa en este joven; podría ser el próximo super héroe galáctico. Tengo que acabar con él”. Así que desenvainó su espada roja. Tú sacaste tu espada azul. Atacó. Respondiste. Contraatacó. Te defendiste. Avanzó dos pasos. Tú avanzaste seis. Sobre una pasarela de acero estuvisteis luchando y gritando hasta que él, con una voz muy rara, como de máquina, dijo: “Vente al lado oscuro de la Fuerza, iLast. Allí podrás saberlo todo. Podrás ser dueño de muchísima información. Podrás usar las telarañas para criticar y hacer daño. Nadie sabrá que lo haces porque estarás siempre escondido. Serás poderoso. Y cuando digan tu nombre, lo harán con miedo. Ven conmigo, Webwalker, porque… yo soy tu padre”.
Y tú pensaste: “qué loco este Hack. Que me vaya con él. Si no le conozco. Mi madre me mata. Y dice que es mi padre. Pero si mi padre es un Jedi de los buenos… Éste no sabe que yo no me creo todo lo que veo en la Galaxia”.
Diste un salto impresionante, empujaste a Vader y cayó metros y metros y metros a las profundidades de 4G.
III. La venganza (de los Sith)
iLast Webwalker se convirtió en el súper héroe de la Galaxia. Había vencido al lado oscuro de la Fuerza. Había aprendido a utilizar lo mejor de Internet, a protegerse y a aprovechar la luz de tantas estrellas y tantos planetas… iLast Webwalker pasó a la Historia de las Historias por ser el primer iJedi…
***
– iLast: ….
– Yo: ¿Te ha gustado? ¿Lo has entendido?
– iLast: Me gusta mucho lo de ser el primer iJedi…
– Yo: Bueno, tú quédate con esto… En la Galaxia de Internet:
- Hay cosas fantásticas con las que puedes aprender y entretenerte.
- Hay cosas desagradables que te pueden asustar.
- Hay amigos de verdad y amigos de mentira.
- No te creas todo lo que ves y oyes.
- No te pases el día conectado, o te perderás lo que pasa de verdad en tu vida.
- Escucha siempre la voz de tus maestros Jedi. Aunque ellos lleven poco tiempo viviendo en la Galaxia, conocen cómo era antes el espacio.
- Y la Fuerza es saber utilizar bien Internet, moverse por esta Galaxia con seguridad, responsabilidad y creatividad.
FIN
Bss,
M.
PD1. El cuento es con Star Wars por razones obvias de actualidad y porque los iKids son fans.
PD2. El punto de humor, este video de Jimmy Fallon con The Roots y varios protagonistas de la última peli de la saga Star Wars. Lo ves dos veces con los iKids y ya todos cantáis la melodía durante días y días…