María, 8 de enero, 2018

Preguntas frecuentes sobre niños y tecnología

Padres, profesores, responsables de centros educativos, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, medios de comunicación, psicólogos y pedagogos, pediatras y psiquiatras, abogados, comunicadores, expertos en seguridad informática o en protección de datos personales… Todos estamos preocupados acerca del impacto que lo digital tiene sobre los iKids -su aprendizaje, su crecimiento, su salud, sus relaciones-. Y expresamos esa preocupación de múltiples maneras, aludiendo (casi siempre) a lo que vemos como dañino. Conceptos como falta de privacidad o intimidad, pérdida de comunicación, trastornos en el aprendizaje, insuficiente desarrollo de la memoria, riesgos de seguridad, sobre-exposición, adicción… Son muchos los aspectos que nos preocupan y muchas las preguntas que nos hacemos los adultos. Así que repaso algunas de esas preguntas y os invito a ampliar la lista…

 

1. ¿Cuánto “tiempo de pantalla” es demasiado tiempo?

Ver videos en YouTube, ver películas en la tele de siempre o por streaming o en una Smart TV previo pago de la descarga, leer libros en un eBook, escuchar música en un dispositivo, estudiar con la Tablet, hablar o mandar mensajes por el móvil, actualizar las redes sociales, hacer deberes con una app, jugar con otra, pasar de un videojuego a otro…. Últimamente, parece que todo lo que los niños hacen lo hacen mirando a una pantalla. En el cole y en casa, siempre hay alguna pantalla y una conexión. ¿Cuánto es demasiado? ¿Cuándo es demasiado pronto? ¿Cómo desconectar evitando dramas? ¿Cómo educar en el equilibrio? ¿Es viable pedir a los padres que impidan que sus hijos estén ante una pantalla hasta los 6 años? ¿Es posible para los padres hacer el esfuerzo de no (siempre) darles un móvil para que se entretengan y nos “dejen tranquilos un rato”?

2. ¿Está en riesgo la forma tradicional de aprender?

En muchos colegios, las tablets van reemplazando a los cuadernos y el aprendizaje suma el formato digital a la forma tradicional de dar clase. Las oportunidades son infinitas, ilimitadas. Los pedagogos de siempre se enfrentan a los nuevos pedagogos; los docentes encuentran imposible estar siempre al día del último avance. Se publican noticias que afirman que los niños no aprenden realmente si todo lo que hacen es buscar en Internet en lugar de memorizar o pensar. ¿Saben buscar y encontrar lo que realmente necesidan? ¿Cuál es el término medio en la enseñanza acompañada de TICs? ¿Y qué pasa con la lectura? ¿Ya no leen los niños?

3. ¿Están perdiendo los niños sus capacidades de socialización?

Está claro que la capacidad humana de relacionarse con otros es la clave de su diferencia. Y en la etapa de la infancia y sobre todo de la adolescencia, las relaciones sociales son fundamentales por lo que implican de aprendizaje a través del ejemplo que da un adulto, de auto-afirmación frente a los semejantes, de búsqueda de identidad… ¿Se pierden los niños la vida real al pasar tanto tiempo relacionándose con una máquina o viendo esa máquina como la herramienta que les permite diseñar su imagen social? ¿Es tan fácil enviar un mensaje que terminarán sin hablar cara a cara?

4. ¿Cómo podemos garantizar la seguridad en Internet?

Phubbing, sexting, grooming, virus, suplantación de identidad, comunidades peligrosas en línea, publicidad engañosa, crackers, contenidos inapropiados con pornografía o incitación a la violencia o al odio… No cabe duda de que en Internet hay muchos peligros para los menores (y para los adultos). ¿Cómo podemos explicar estos riesgos o evitar, en la medida de nuestras posibilidades, que nuestros hijos estén expuestos a ellos permanentemente? ¿Podemos impedir algunos de estos peligros si espiamos sus perfiles o invadimos su privacidad? ¿Hay recursos eficaces a nuestro alcance?

5. ¿Son capaces los niños de divertirse sin recurrir a la tecnología?

Antes salíamos a la calle a jugar con la pelota o nos entreteníamos con libros, puzzles, tabas, combas, figuritas, raquetas, palos, muñecas y siluetas de papel. El entretenimiento era el que tú decidías, no el que tú consumías. Si la tecnología ofrece entretenimiento instantáneo ante el consumo pasivo de los niños, ¿qué podemos hacer para inculcarles una vida activa y sana? ¿Saben entretenerse solos? ¿Saben aburrirse? ¿Qué ejemplo damos los mayores? ¿Qué mensajes traslada la sociedad? ¿Cómo ha cambiado la infancia y qué hacemos al respecto -si es que hay que hacer algo-?

6. ¿Cómo es posible que los niños se concentren con tantas distracciones a su alcance?

Los ordenadores y los dispositivos móviles son herramientas con múltiples funcionalidades y funciones. Los niños los usan para jugar pero también para aprender y hacer los deberes. Pueden escuchar música mientras hacen un trabajo o intercambian mensajes con amigos mientras juegan con una app. Duermen con los dispositivos cerca, con el impacto que eso tiene sobre el descanso que necesitan. Ellos no consideran que estén prestando menos atención a una tarea si al mismo tiempo hacen otra. ¿Es realmente posible esta multi-tarea? ¿Cómo podemos ayudarles para estén concentrados en una sola cosa o al menos perciban que lo más eficaz no es hacer dos cosas la vez? ¿Cómo podemos potenciar su atención voluntaria en un mundo diseñado para multiplicar la atención involuntaria? ¿Cómo podemos estimular si creatividad digital?

7. ¿Cuándo hay que dejarles usar un dispositivo con conexión a Internet y cuándo hay que darles su propio Smartphone?

Les dejamos una Tablet o un teléfono desde que son enanos; buscan o ven videos; tienen sus cuentas de correo electrónico. Te piden un móvil y según los estudios, la edad media para tener ese primer dispositivo es de entre 10 y 12 años. Al principio quizá nos dejen intervenir, pero en seguida saben más que nosotros (¿seguro?). ¿Qué es demasiado pronto? Y si todos sus amigos tienen dispositivo propio, ¿cuándo es demasiado tarde para dejarles sumarse a la corriente? ¿Y qué normas hay que establecer cuando estrenan ese dispositivo para que lo usen de la mejor forma posible? ¿Hay que hacer caso al que dice que mejor adelantarse a la edad permitida y crear con ellos un perfil social o al que dice que la edad legal es 13 –con permiso paterno- y antes no hay que permitirlo? ¿Y qué pasa si hay cambios en la edad legal para estar en redes sociales cuando entre en vigor el GDPR? ¿Hay que ser su amigo o seguidor o huir de esa relación horizontal padre-amigo y mantener la vertical de padre-hijo? ¿Hay que instalar controles parentales o hablar en familia?

8. ¿Qué deben hacer los padres en función de la edad de sus hijos?

Muchas de las preguntas son comunes a todas las edades, pero a lo largo de su crecimiento los niños afrontan su relación con lo digital de distintas formas: desde una vía para saber más sobre temas que les interesan hasta una alternativa para divertirse o crear cosas, pasando por una manera para relacionarse socialmente o reafirmarse personalmente. ¿Cómo tienen que afrontarlo los padres? ¿Qué herramientas existen para ir abordando cada etapa? ¿Hay consejos que no impliquen críticas a la forma personal de ejercer la paternidad? ¿Cuánta informática hay que saber para estar pendientes de la vida digital de los hijos?

9. ¿Cómo fomentar que nuestros hijos usen la tecnología de forma positiva para estar preparados para la vida que les espera?

Leemos que las empresas cada vez hacen más búsquedas online para comprobar la huella digital de una persona antes de contratarla. Leemos sobre las profesiones del futuro, sobre la capacitación digital, sobre disrupción digital… Hablamos sobre brecha, nativos e (in)migrantes digitales. ¿Cómo impulsar una convivencia equilibrada con la tecnología desde casa, evitando el mal uso o el abuso?

10. ¿Incrementan las redes sociales los problemas de cíberacoso y distorsionan la vida social de los iKids?”

Una de las principales causas de malestar entre niños y adolescentes es el temor a perderse algo (fear of missing out o FOMO en inglés). Esto es así desde siempre, pero nuestros hijos están conectados con los amigos las 24 horas de los 7 días de la semana y ver desde el móvil que tus “colegas” hacen un plan fantástico que tú te estás perdiendo no facilita las cosas. Necesitan poner en contexto la vida online. ¿Se puede evitar? ¿Cómo? Y sobre los problemas de convivencia, ¿cómo afectan las redes sociales al bullying? ¿Es el problema más acusado que antes? ¿Qué es ciber-bullying y qué no lo es? ¿Qué hacen los colegios? ¿Qué pueden hacer los padres?

11. ¿Está en riesgo la convivencia familiar?

Todo el mundo habla de mayores y pequeños que ya no hablan cuando comparten mesa; leemos noticias sobre ausencia de diálogo, padres que ignoran a sus hijos porque están pendientes del móvil o que optan por instalar una app de geo-localización en lugar de preguntar a sus hijos dónde están. ¿Sigue existiendo la familia tal y como la entendemos o realmente ya no hay un único concepto de familia? ¿Hasta dónde llega el daño de la tecnología hacia cómo nos comunicamos en casa?

12. ¿Cómo ha cambiado la comunicación entre colegio y familia?

Aplicaciones para mandarse mensajes o actualizar el trabajo en el aula. Plataformas online para comunicar novedades o actualizaciones o calificaciones. Deberes a través de tablets que implican que los padres se van desentendiendo de los deberes. Grupo de WhatsApp en los que los padres critican a los profesores. Colegios franceses que prohibirán los móviles… ¿Estamos preparados para el cambio? ¿Podemos colaborar para dar ejemplo a los niños?

¿Qué opináis? ¿Compartís alguna de estas preocupaciones? ¿Os preocupa algo que no he mencionado? Espero vuestras opiniones…

Besos,

M.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

RELACIONADO

Lo más leído de #ePaternidad en 2016

Lo más leído de #ePaternidad en 2016

diciembre 28, 2016

Tres lecturas interesantes sobre niños, tecnología, asistentes virtuales y sexting

Tres lecturas interesantes sobre niños, tecnología, asistentes virtuales y sexting

noviembre 5, 2018

Lo que los padres compartimos sobre los hijos en Internet

Lo que los padres compartimos sobre los hijos en Internet

diciembre 1, 2015