María, 18 de marzo, 2019

Sobre Momo, retos y bulos virales, riesgos online para iKids y pánico de adultos

El reto de Momo (Momo challenge) es, según determinadas informaciones que habrás visto en la red, un «juego» que circula en redes sociales y que incita a los iKids (fundamentalmente adolescentes) a realizar actividades auto-dañinas, llegando al punto de -en teoría-, incitarles al suicidio y a subir el consiguiente video a Internet.

De forma breve, la idea detrás del supuesto reto que es los usuarios se comunican con un líder o moderador, sobre todo a través de  WhatsApp, y ese moderador pone al usuario una serie de retos que empiezan siendo bastante normales («escucha una canción, ve una película») pero que culminan en órdenes para auto-infligirse daño o incluso cometer suicidio. Son órdenes muy parecidas a las que supuestamente se daban en el reto de la Ballena Azul hace un par de años. Este reto, el de la Ballena Azul, ya se demostró que era un bulo y que, pese al miedo viralizado por algunos medios y titulares, no existían pruebas de daño global hacia los jóvenes.

Ahora, con Momo, entidades y expertos especializados en ciberseguridad y educación afirman que no existen evidencias de que sea un reto viral REAL. La imagen de Momo, que está basada en la escultura de un artista japonés, es bastante inquietante, de eso o hay duda. Y aunque siguen surgiendo noticias -Momo empezó a ganar fama en 2018- sobre suicidios asociados al reto, la realidad es que las fuerzas de seguridad aún no han podido relacionar muertes con el reto en sí mismo. Respecto a los videos alojados en YouTube en los que aparece la inquietante niña, YouTube emitió hace unos días un comunicado explicando cómo no hay videos originales sino videos de terceros embebiendo imágenes de Momo en sus contenidos. Que no es que no sea grave, pero sí es diferente. Es decir, no hay evidencias de que exista una red real de contactos malévolos que se pongan en contacto con tu iKid para decirle que se suicide. Lo que sí que hay es gente que, ante el pánico generado, aprovecha para inventar bromas pesadas que luego terminan pero que muy mal (una amiga que incita a otra a auto-lesionarse, un conocido que envía memes a un chico para que se auto-lesione…).

Momo parece ser, por lo tanto, otro ejemplo no de conductas peligrosas que se hacen virales, sino de un bulo que se hace viral. O como dice la reconocida experta Anne Collier de Net Family News, un «susto viral». Y es un susto que se hace viral no porque lo practiquen en masa los iKids, sino porque lo comparten en masa los adultos.

Si ves una publicación que alguien ha compartido en redes sociales alertando sobre Momo, respira antes de re-compartir con toda tu comunidad. Pensemos en a quién beneficia que compartamos el miedo generalizado y en dónde podemos encontrar más información sobre el tema para hacernos una idea de qué está pasando. Porque dar visibilidad a Momo solo consigue que los indeseables de la Red (personas, no algoritmos) prueben a hablar sobre Momo o a poner imágenes del reto en sus videos -insertando a la niña inquietante en la mitad de un video de Peppa Pig, por ejemplo- o a compartir memes por WhatsApp, solo para obtener sus 5 minutos de fama. Y es entonces cuando habrá más posibilidades de que tu iKid se encuentre a la niña en cuestión.

Si realmente te preocupa Momo, habla con tus iKids. Habla con ellos sobre lo que se pueden encontrar en Internet –no desde el miedo sino desde la calma, desde la búsqueda de maneras de conseguir que ellos a su vez lo hablen contigo-.

Que existan riesgos en Internet no significa que todos los iKids vayan a experimentar un daño. Y si dos iKids experimentan un mismo daño -relacionado con Momo, por ejemplo, viendo un video o recibiendo un enlace o mensaje- no van a gestionarlo igual, en función de cómo sean.

Si queremos ayudar a niños y jóvenes en su relación con lo que vean a través de la tecnología, es fundamental no partir de la premisa de que los niños son seres estáticos que no piensan. Si les ayudas a pensar, claro que piensan. De hecho existen datos -cito al blog Parenting for a Digital Future y de nuevo a Anne Collier- que nos muestran que los consejos sobre cómo mejorar la seguridad online de niños de entre 10 y 16 años fracasan porque no tienen en cuenta los diferentes niveles de resiliencia de los propios niños. Según el Internet Safety Technical Task Force, no todos los pre-adolescentes y adolescentes corren los mismos riesgos en Internet, los más vulnerables en el mundo offline son también los más vulnerables en el mundo online, el acoso de sus conocidos a través de apps o redes sigue siendo el mayor «daño» para los iKids -muy por encima del daño que desconocidos puedan infligir- y el entorno psico-social de los niños en el hogar y en el colegio son mejores predictores de sus posibles riesgos online que la tecnología que el niño en cuestión esté utilizando.

¿Queremos que nuestros iKids se sientan víctimas o queremos que se sientan agentes responsables? Porque no todos los adolescentes son iguales ni responden de la misma manera a los riesgos, las alarmas y el tecno-pánico de los adultos. Si probamos a explicarles dónde hemos oído hablar sobre Momo, que han oído ellos, qué es realmente este reto, qué es peligro en Internet o qué riesgos corren y cómo pueden actuar para contrarrestarlos, estaremos convirtiéndoles en protagonistas de su vida analógica y digital, no solo testigos de la opinión que tengamos los mayores. Por lo menos que sepan que hay contenidos y contactos que se pueden bloquear y denunciar.

Obviamente, con niños más pequeños, el tema cambia. Es lógico que si ven la imagen de Momo en un video el resultado sea de susto y lágrimas. Pero si te preocupan Momo y los peligros de Internet y los videos de YouTube, entiendo que entonces no estás aparcando a tus iKids delante de la pantalla sin mirar lo que ellos miran. ¿No? Plataformas como YouTube tienen mucho que mejorar en cuanto a la «garantía» de que los contenidos para menores sean eso, adecuados para menores. Pero padres y madres también tenemos una enorme responsabilidad en cuanto a qué ven nuestros hijos.

Si hablamos de «riesgos online», Momo es el menor de los problemas. Hay muchos otros más relevantes y, aun así, la mayoría pueden mitigarse -no eliminarse- con buena comunicación en casa.

Hacer viral la verdad. Eso sí que es un reto. En este mundo global, el mayor de los miedos es el miedo y, aunque soy plenamente consciente de que la tecnología amplifica y masifica peligros para nuestros iKids, también creo que hay un enorme problema en cómo los padres buscamos garantías absolutas de que a nuestros hijos no les pase nada de nada de nada en Internet. Nada puede garantizarnos al 100% que nuestros hijos vayan a estar estupendamente bien todos los días de su vida, online u offline.

Sean la Ballena Azul o Momo retos reales o virales, de lo que no hay duda es de que hay contenidos en Internet que incitan al suicidio, al daño auto-infligido, a la anorexia, a la bulimia, a la violencia, a la sexualidad mal interpretada, a la híper-sexualización, como explica Anna Plans en su carta a La Vanguardia.

Internet no es un parque de atracciones diseñado para niños es lo que siempre dice Charo Sádaba, decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Hace falta que los adultos responsables -tú, yo- seamos conscientes del mundo que nos rodea, de la vida digital de nuestros iKids y de las oportunidades que ésta nos brinda para educarles. Así que aprovechemos la ocasión del susto viral de Momo no para compartir el bulo, no para llevarnos las manos a la cabeza y asustar a nuestros hijos, sino para hablar con ellos de la Red, de las personas que en ella comparten maravillas o basura, de la importancia de informarse para hacerse una idea real de las cosas que pasan y de tu disponibilidad siempre para escuchar.

Besos,

M.

 

3 respuestas a “Sobre Momo, retos y bulos virales, riesgos online para iKids y pánico de adultos”

  1. Juanma dice:

    Muchas gracias, María, por ayudarnos a estar siempre al día 🙂

    Se agradecen estos post tan pegados a la actualidad que nos sirven para identificar los problemas reales y desechar las falsas alarmas.

  2. Ana dice:

    Mil gracias por tu post, es sorprendente como un bulo puede llegar tan lejos.
    A mi de Momo por primera vez quien me habló fue la Policía Nacional en una charla y me lo presentó como un reto peligrosísimo no como un bulo.
    Cuánto nos queda por aprender en estos temas.
    Te reitero mi agradecimiento, eres una gran fuente a la que acudir

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