María, 22 de octubre, 2015

Wish-List para enseñar a esperar #familybusiness

En el e-commerce (o m-commerce o lo que se tercie), un apartado fundamental de cara al usuario y su compra es el rincón conocido como “wish list”. Ahí colocas esos productos que ahora no vas a comprar pero que querrías comprar. Tenemos también la “cesta de la compra” virtual, pero ésta representa un paso más allá, más cerca de darle al botón de pagar.

La Wish-List es la carta a los Reyes Magos 2.0 que puedes ir construyendo sin que haga falta que la Navidad esté cerca.

Hoy quiero hablar de la Wish-List familiar como elemento de ayuda para enseñar a los niños a esperar, a darse cuenta de las (infinitas) veces que a lo largo de un día dicen “quiero eso y esto otro”, a concienciarse sobre cómo de perecedero es su deseo, sobre el valor -y el precio- de las cosas.

  • Porque lo que quieren hoy (eso que han visto en un anuncio, eso que tiene un amiguito, eso que está de moda) puede que no lo quieran mañana o dentro de un mes. O sí.
  • Porque querer -pese a estos tiempos que corren en los que todos (también los mayores) estamos acostumbrados a satisfacer nuestros deseos de forma casi instantánea- no es necesitar.
  • Porque también es bueno ver que quieres muchas cosas y que no llega ninguna y entonces hace falta gestionar tu frustración.
  • Porque no siempre es Navidad y no siempre es tu cumpleaños y no puede haber regalos todos los días.
  • Porque a veces (fuera de fechas especiales) es necesario hacer méritos para recibir algo a cambio. Hay que merecer el premio y eso cuesta esfuerzo.
  • Porque hay cosas que decimos que queremos por el impulso y no por el verdadero deseo.

Hasta ahora

iHim, que para lo de los regalos es bastante complicado, suele hacer por Navidad un Excel en el que lista todas las cosas que se le ocurre que le apetecen, incluyendo enlaces al site de compra, tallas, precios, comparativas… Muy currado, la verdad.

Yo hago una carta EN PAPEL (sí, aunque use apps y sea muy friqui de la tecnología), explico que me he portado muy bien y enumero cosas que me gustaría tener.

En cuanto a los niños, al descontrol habitual de las peticiones se suele unir el hecho de que, cuando llegan los villancicos o las onomásticas, se quedan repentinamente sin inspiración. O todo lo contrario, piden de todo, sin criterio, basándose en esos endemoniados catálogos juguetiles.

Y entonces los iParents deben gestionar la relación de deseos e ir informando a familiares y amigos sobre ideas para regalar que entren:

  1. en presupuesto;
  2. en tamaño;
  3. en uso real por parte del iKid en cuestión.

Desde ahora

Bueno, pues desde el principio del curso tenemos en casa una cartulina grande, colgada en la pared junto a los cuartos de los niños, que en su momento diseñó y decoró iFirst. Se trataba de poner en orden esas cosas que todos (ellos y nosotros) pedimos. De tener una lista de deseos para que cuando lleguen fechas especiales no nos encontremos con el típico “no se me ocurre nada”, “es que yo no quiero ropa”, “yo quería el castillo medieval y me han regalado la granja”, “yo quería el Furby rosa y no el morado”, “ya tengo ese gadget que cuenta cada latido de mi corazón para mandarme un SMS y decirme que pare de correr si no quiero sufrir una insuficiencia cardiaca”.

WishList

Desde que tenemos la Wish-List, los niños colocan sus post-its con las cosas que se les van ocurriendo o van viendo y son ellos mismos los que gestionan sus deseos, más allá de pedir y pedir en voz alta:

  • Quitan un post-it porque ya no quieren eso, “realmente no lo quería, mamá” (aunque una eliminación va siempre acompañada de una incorporación de nuevo post-it).
  • Entienden que como no ha habido una “ocasión de merecimiento”, la lista sigue creciendo sin haber tachado deseos.
  • iFirst ve un deseo de iLast y se da cuenta de que eso “ya lo tenemos, de cuando yo era pequeño”. Lo busca, lo encuentra y se lo regala a su hermano.
  • iHer hace grupos: unos deseos para Navidad, otros que pueden esperar más para su cumpleaños, otros que como son para verano sabe que llegarán más tarde.
  • Los mayores (8 y 11 años) diferencian entre «cosas» y «no cosas». Las «cosas» son juguetes, caprichos, ropa, inventos varios… Las «no cosas» son lo que el adulto llama «experiencias«: una fiesta con toda su clase por su cumple, invitar a un amigo a casa, un viaje, un día en el Parque de Atracciones… Esta parte es especialmente útil para que entiendan que un regalo no es solamente algo material, sino también, por ejemplo, una mañana de «sólo chicas» o «ir al cine solo con papá y mamá a ver una peli que los pequeños todavía no pueden ver».

En el caso de iLast, que apenas escribe, anotamos nosotros su deseo. En cuanto a los mayores, si además hay un enlace a lo que quieren, lo apuntamos aparte.

Ahora vamos a empezar a añadir un elemento más a la Wish List: el económico. Sobre todo con los niños mayores. Para que al poner un deseo en el cartel pregunten si es algo barato (una estrella) o caro (dos estrellas). Porque claro, lo que es más caro en ningún caso puede llegar si no hay una ocasión que lo justifique. Insisto: esas ocasiones meritorias, en mi casa, son los cumpleaños, las fiestas navideñas (vía cartas oficiales a Sus Majestades), las buenas notas a final de curso o momentos puntuales a lo largo del año que merecen un regalo.

De momento nos funciona. De hecho, muy bien. Iremos viendo e iré contando.

Bss,

M

PD1. La Wish-List puede ser monográfica sobre cosas que los niños (o todos en la familia) quieren para: viajes, planes de fin de semana, comidas…

PD2. Ojo, es muy importante informar a los parientes más cercanos sobre la implantación del Wish-List familiar, para que no se produzcan interferencias (léase, regalos) fuera de tiempo. Pasa especialmente con los abuelos que, como se explica tan bien en esta tira cómica de Marvin que me ha pasado hace poco una mujer que no es madre pero que también quiere conciliar, son los mayores defensores de lo indefendible.

MarvinComic

Autor: María

Publicado: 22 de octubre, 2015

Categorías: iWomanish, Mothernity

Etiquetas: Educación, Mothernity

2 respuestas a “Wish-List para enseñar a esperar #familybusiness”

  1. marta dice:

    Que bueno!!!! Me encanta la idea y en especial para mí wish list y que no caiga una bata de guatiné o un secador de pelo.

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